La Plaza de Bolívar fue el escenario en el que la alcaldesa Claudia López pidió perdón y expresó sus condolencias a familiares de los muertos por la violencia de esta semana en Bogotá.
Disturbios en el centro de Bogotá cerraron este domingo una jornada de perdón y reconciliación que organizó la alcaldesa Claudia López por las violentas manifestaciones contra la brutalidad policial que esta semana dejaron al menos 10 personas muertas en la ciudad y tres más en Soacha.
Los desórdenes ocurrieron en la céntrica Plaza de Bolívar donde centenares de personas se manifestaban contra la violencia policial, una nueva protesta por la muerte de Javier Ordóñez, un hombre de 46 años que fue reducido con exceso de fuerza y el uso prolongado de una pistola eléctrica Táser por dos agentes durante su arresto.
Cuando las personas estaban reunidas en la plaza aparecieron miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía que arrojaron bombas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a la muchedumbre, que corrió desesperada por entre las calles del centro.
Anjtes de la intervención del ESMAD la Plaza de Bolívar había sido escenario en donde la alcaldesa pidió perdón y expresó sus condolencias a cada uno de los familiares de los muertos por la violencia de esta semana en Bogotá que asistieron al acto.
Concierto de reconciliación
«Es función de las autoridades estatales evitar que estos hechos ocurran. Hoy también pedimos perdón porque esos hechos ocurrieron pese a todos los esfuerzos y a las claras instrucciones impartidas por la Alcaldía para que nunca se usen armas de fuego en las protestas ciudadanas en nuestra ciudad«, dijo López tras abrazar a los familiares.
Además de la ceremonia de la Plaza de Bolívar, López lideró una jornada que tuvo un concierto por la reconciliación en un parque ubicado detrás del incendiado Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía en el barrio Verbenal, en el norte de la ciudad, y que finalizó con un cacerolazo y una velatón en honor a los fallecidos.
Allí se presentaron la Orquesta Filarmónica de Bogotá y la de la Policía para dar un mensaje de optimismo como decía un letrero gigante instalado en el borde de la tarima: «Bogotá se reconcilia. Verdad, justicia y reforma ya«.
Luego la alcaldesa se sumó a la velatón en el Parque de Los Hippies, en el norte de Bogotá, donde estuvo acompañada por tan solo un puñado de ciudadanos, y encabezó un cacerolazo que no tuvo tanta acogida como los realizados en noviembre pasado durante las protestas contra la política económica y social del Gobierno.
«No queremos que más familias pasen esto»
Para Bryan Baquero, cuya hermana Angie murió tras recibir un balazo en el abdomen en el barrio La Gaitana la noche del 9 de septiembre, lo que vivió Bogotá en los últimos días debe sensibilizar a ciudadanos y autoridades, razón por la cual pidió que cese la violencia.
«No queremos que más familias pasen por esto, esto es muy duro, muy difícil, porque hemos perdido a una persona que ya no vamos a poder ver más, que nos deja un gran vacío en nuestro corazón (…) Pedimos que se calme tanta violencia que existe en el país y en la ciudad«, expresó Baquero en el acto.
Iván Duque, el ausente
Al evento fueron invitadas las familias de las víctimas, así como mandos policiales y el propio Iván Duque. Sin embargo, estos dos últimos actores no asistieron, provocando nuevas críticas de la ciudadanía.
La silla de Duque permaneció vacía durante todo el acto, al que envió como representantes del Gobierno al llamado alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, y la alta comisionada para los Derechos Humanos, Nancy Patricia Gutiérrez.
Mayra Páez, pareja de un joven de 17 años que perdió la vida en medio de las protestas, aseguró que «aquí hoy no debería solamente estar la alcaldesa, aquí debería estar el presidente, aquí debería estar la Policía Nacional, pidiéndonos disculpas y reconociendo este acto que hicieron».
Septiembre 14 de 2020