El aterrador hallazgo en la cara de una mujer que abusó de los rellenos faciales

• La ‘influencer’ británica Ashley Stobart reveló que durante una cirugía estética le extrajeron “bolas verdes de pus” formadas por infecciones derivadas del uso excesivo de rellenos faciales a base de ácido hialurónico.

La creadora de contenido británica Ashley Stobart sorprendió a sus seguidores al compartir la dramática experiencia que vivió durante una cirugía estética facial. Según relató, los médicos le retiraron “diez centímetros de piel de cada lado de la cara” y hallaron en su interior “bolas verdes de pus” que se habían formado tras años de aplicarse rellenos dérmicos.

La mujer confesó que había “abusado” de los rellenos faciales durante varios años, lo que terminó generando graves complicaciones. “Durante un tiempo, mi cara empezó a hincharse de manera intermitente. A veces parecía que retenía agua”, explicó Stobart, quien atribuyó el problema al ácido hialurónico presente en los tratamientos, una sustancia que tiende a atraer líquido y generar inflamaciones cuando se acumula en exceso.

Ante el deterioro progresivo de su rostro, la ‘influencer’ decidió someterse a un lifting facial para eliminar el exceso de piel y corregir los daños. Sin embargo, lo que debía ser un procedimiento estético rutinario se convirtió en una intervención de más de nueve horas.

“El cirujano estuvo sacando rellenos, boosters faciales y todo tipo de cosas durante horas. Parte de ello eran como bolas verdes de pus que se habían infectado o encapsulado y salían en forma de gránulos”, relató la británica.

Stobart aprovechó su testimonio para advertir sobre los riesgos de los tratamientos estéticos de bajo costo y la aplicación irresponsable de productos en el rostro. “Tengan cuidado con lo que se ponen en la cara”, insistió, recordando que incluso los procedimientos considerados “simples” pueden tener consecuencias graves si se realizan sin supervisión médica adecuada.

Su historia ha generado un amplio debate en redes sociales sobre los peligros de la automedicación estética y la presión por alcanzar estándares de belleza artificiales, recordando que la salud debe estar siempre por encima de la apariencia.