¿Qué hacer con los neumáticos viejos? El problema es cada vez mayor, pero podría estar en el horizonte una solución: el reciclado químico. ¿Se puede utilizar para reciclar las llantas viejas de los autos?
Los neumáticos son una de las piezas de desgaste del transporte moderno. Mientras que, en Europa, la mayoría de las llantas usadas se reciclan, en Kuwait se entierran en la arena. En el país árabe se encuentra el vertedero más grande del mundo: se calcula que hay unos 50 millones de neumáticos usados a la espera de ser reciclados o enterrados.
Más cifras para entender el problema: en Estados Unidos, se generan alrededor de 290 millones de neumáticos fuera de uso (NFU) cada año. En México, se desechan alrededor de 40 millones al año. Se estima que en América Latina se generan anualmente millones de toneladas de llantas usadas.
Pero no solo la cantidad es un problema. En la mayoría de los casos, los neumáticos se incineran o simplemente acaban en vertederos. La quema incontrolada del caucho produce gases tóxicos que pueden causar irritación aguda y daños en las vías respiratorias, además de aumentar el riesgo de cáncer.
Asimismo, el agua de lluvia se acumula en los neumáticos en los vertederos, proporcionando un entorno ideal para insectos vectores de enfermedades.
Pero en lugar de quemar las llantas o dejarlas tiradas, podrían reciclarse y utilizarse para fabricar nuevos productos. Con el caucho de un solo neumático se pueden fabricar aproximadamente unos 30 pares de suelas. ¿Y por qué los neumáticos de los automóviles no pueden reciclarse con la misma facilidad que otros deshechos?
La respuesta es simple, “La composición de los neumáticos, principalmente el caucho que los hace tan resistentes, no se degrada ni destruye por el paso del tiempo o por algún elemento u organismo natural, condición que obliga al uso de tecnologías muy intensivas en energía”.
Tecnología innovadora
El método tradicional y más usado para el reciclaje es la destrucción mecánica a través de trituradoras. Un método más innovador es la pirólisis. ¿De qué se trata? El reactor de pirólisis es un tipo de dispositivo que hace que llantas de desecho, plásticos, caucho o lodos de aceite se agrieten en un horno cerrado, para producir aceite líquido, gas combustible no condensable y productos sólidos a una determinada temperatura y presión.
Según los expertos, esta técnica es esta la mejor solución para el reciclaje de neumáticos fuera de uso.
Se trata de una muy buena alternativa al método de triturado. La pirólisis descompone al neumático en su materia prima original y, en el proceso de fabricación, se obtienen nuevos productos de un alto valor comercial como el negro de humo. Muchas empresas como Michelin o empresas europeas como Pirelli lo vuelven a usar en la fabricación de sus neumáticos.
Países líderes en reciclaje en América Latina
El tema del reciclaje de neumáticos está ganando cada vez más atención en América Latina. Varios países cuentan hoy con leyes que obligan el cumplimiento de metas de reciclaje. Además, actualmente operan en la región empresas con tecnologías de buen desempeño.
En Brasil, ejemplos notables incluyen la planta de Reciclanip en São Paulo, una iniciativa conjunta de la Asociación Nacional de Productores de Neumáticos y la Asociación Brasileña del Caucho.
En México, el Grupo Llantiq es una de las empresas líderes en el reciclaje de neumáticos. Operan plantas de reciclaje en varias ciudades del país. En Argentina, la empresa NEUMAC opera una planta de reciclaje en la provincia de Buenos Aires.
Y en Chile destaca la empresa Neumáticos del Pacífico, con una planta de reciclaje en la Región Metropolitana de Santiago.
Por su parte, Colombia se posiciona en la vanguardia de la sostenibilidad ambiental con el lanzamiento de su primer proyecto de reciclaje químico avanzado. Este proyecto promete cambiar el panorama de la gestión de residuos plásticos en Suramérica, convirtiéndolos en materiales útiles para la industria.
El proyecto pionero de reciclaje químico en Suramérica permitirá reutilizar alrededor de 500 toneladas de plástico anuales, Este proyecto de reciclaje químico avanzado podría redefinir la gestión de residuos en Suramérica.
Aún quedan retos
Con respecto al el reciclaje de neumáticos, algunos países de la región han implementado programas de reciclaje y regulaciones para gestionar adecuadamente los neumáticos fuera de uso. Sin embargo, el panorama para el reciclaje de neumáticos depende fundamentalmente de la existencia o no de una ley de responsabilidad extendida del productor, indican los expertos.
El problema de las plantas, tanto de pirólisis como las de triturado, es la de disponer del neumático en la planta porque hay un costo muy elevado de transportar los neumáticos hasta la planta, y eso depende de un sistema de gestión.
En Colombia el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible emitió una resolución con el objeto de establecer a cargo de los productores de llantas que se comercializan en el país, la obligación de formular, presentar e implementar y mantener actualizados los Sistemas de Recolección Selectiva y Gestión Ambiental de Llantas Usadas con el propósito de prevenir y controlar la degradación del ambiente.
Ejemplo chileno
La Ley 20.920, promulgada en Chile en 2016, sienta las bases para la regulación de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), un mecanismo en virtud del que los productores de productos prioritarios son responsables de la organización y financiamiento de la gestión de los residuos derivados de la comercialización de sus productos en el país.
Para los neumáticos utilizados en la industria minera, la ley señala que, en 2026, se deberá alcanzar el 100 por ciento de recolección y valorización.
Un objetivo sobre el que los expertos se muestran escépticos: “Los fabricantes de neumáticos, mayoritariamente importadores en el caso de Chile, han debido tomar la responsabilidad de cumplir con las exigencias de la ley REP, vigente desde febrero de 2023. Sin embargo y particularmente en el caso de los neumáticos categoría B denominados así por dicha ley, que corresponden a neumáticos mineros de gran tamaño, hasta hoy tampoco existe capacidad instalada suficiente para absorber la demanda generada por dicha ley”, indican.
En Colombia, algunas empresas han optado por el manejo integral de residuos como parte de su compromiso medioambiental, convirtiendo esta práctica en una solución, teniendo en cuenta el cumplimiento a la Resolución 1407 de 2018 de recolección, aprovechamiento y certificación, la cual indica que las compañías que ponen el mercado envases y plásticos deben alcanzar un 14% de aprovechamiento para el 2023. Se estima un incremento del 2% para 2024, y posteriormente un aumento del 3% anual hasta alcanzar el 30% a finales de 2030.
El material peligroso que no ingresa a los rellenos se maneja con protocolos de seguridad dentro de los hornos CDR (Combustible Derivado de Residuos), una tecnología de incineración que genera energía calórica y combustibles alternativos que son conducidos a diversos procesos industriales, con plantas que cuentan con un sistema de control de emisiones y que cumplen la normativa ambiental.
Fuente: Deutsche Welle