Científicos chinos anunciaron que han desarrollado un nuevo material para la superficie de vehículos hipersónicos que puede resistir las altas temperaturas y las reacciones químicas que se producen durante largos vuelos.
El material, de un grosor muy fino, se aplicó a la superficie del tipo de aeronave conocido en inglés como “waverider”, que utiliza las ondas de choque generadas por su propio vuelo para mejorar su sustentación.
La superficie no solo mantuvo fríos los componentes clave dentro de la nave, sino que permitió que las señales inalámbricas entraran y salieran libremente, lo que hizo posible la comunicación durante todo el vuelo, según los expertos, que publicaron sus hallazgos en la revista científica Physics of Gases el mes pasado.
Carrera hipersónica 2.0
Esta nueva tecnología de protección térmica podría ayudar al desarrollo de otra generación de naves hipersónicas reutilizables con “mayor alcance y mayor velocidad”, explicó el equipo dirigido por Ai Bangcheng, subdirector de la Academia China de Aerodinámica Aeroespacial en Pekín.
La carrera de los vuelos hipersónicos, que son aquellos que alcanzan una velocidad superior a cinco veces la velocidad del sonido, ha entrado en una nueva etapa, según Ai y sus compañeros, con “enormes desafíos y oportunidades”.
En las últimas décadas, proyectos anteriores en países como Estados Unidos para desarrollar vehículos hipersónicos de larga distancia han encontrado el escollo de hallar un material que pudiese permanecer intacto en la superficie de una aeronave durante un vuelo hipersónico que durara una hora o más.
China ha invertido fuertemente en la investigación y desarrollo de tecnología hipersónica y, en 2021, el rotativo Financial Times informó de que el país asiático había lanzado un misil hipersónico con capacidad nuclear que dio la vuelta a la Tierra en órbita baja “sorprendiendo a los servicios de inteligencia estadounidenses”.
Fuente: Deutsche Welle