Investigadores de la Universidad de Copenhague señalaron con un 95 % de certeza que la Corriente Circular del Atlántico colapsará entre 2025 y 2095, mucho antes que lo estimado por evaluaciones anteriores.
La Corriente Circular del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés) podría colapsar en cualquier momento desde 2025 o hasta mediados de siglo si se mantienen las emisiones de gases efecto invernadero, lo que tendrá graves repercusiones en el clima del Atlántico Norte y del mundo, advierte un estudio publicado en la revista Nature.
La AMOC, un gran sistema de corrientes aceánicas que transportan agua caliente desde los trópicos hasta el Atlántico Norte, colapsará “con un 95 % por ciento de certeza, entre 2025 y 2095. Lo más probable es que esto ocurra en 34 años, en 2057”, señala la publicación.
Consecuencias “muy graves” para la Tierra
El colapso podría generar grandes desafíos, particularmente el calentamiento en los trópicos y el aumento de las tormentas en la región del Atlántico Norte: “Puede tener consecuencias muy graves para el clima de la Tierra, por ejemplo, al cambiar la forma en que el calor y las precipitaciones se distribuyen globalmente”, señaló Peter Ditlevsen, uno de los autores.
El experto indicó que este evento “contribuirá a un mayor calentamiento de los trópicos, donde el aumento de las temperaturas ya ha dado lugar a condiciones de vida difíciles”. Por eso mismo, subrayar “la importancia de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero lo antes posible”.
Datos más antiguos a las medidas de 2004
El equipo hizo sus cálculos con herramientas estadísticas avanzadas y datos de las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico Norte entre 1870 y 2020 como un indicador indirecto de la AMOC.
Estos registros se remontan mucho más atrás que las mediciones directas de la AMOC, que siguen de forma continua desde 2004, y pueden ofrecer información más sólida sobre las tendencias de la temperatura.
Según los científicos daneses, las investigaciones anteriores tienen “sesgos hacia la sobreestimación de la estabilidad de la AMOC, tanto por el ajuste al registro climático histórico, como por la escasa representación de la formación de aguas profundas, la salinidad y la escorrentía glaciar”.
Conclusiones similares a otros trabajos
Stefan Rahmstorf, investigadores de la Universidad de Potsdam (Alemania) que no participaron en el estudio, pensaron que este trabajo se suma a otros anteriores que analizan las señales de alerta temprana y llega a conclusiones similares.
Un solo estudio aporta pruebas limitadas, pero cuando múltiples enfoques conducen a conclusiones similares hay que tomarlo muy en serio, sobre todo cuando hablamos de “un riesgo que realmente queremos descartar con un 99,9 % de certeza”, recalcó.
“La evidencia científica actual es que ni siquiera podemos descartar que se cruce un punto de inflexión ya en la próxima década o dos”, agregó.
Discrepancias sobre la certeza del estudio
Las evaluaciones recientes del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC) , sin embargo, sugieren que es poco probable un colapso total de la AMOC en el siglo XXI y algunos expertos tienen opiniones enfrentadas sobre el nuevo estudio.
Por ejemplo, Niklas Boers, de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), indicó su desacuerdo con los resultados del estudio. Aunque la sustentada cualitativa de que la AMOC ha ido perdiendo estabilidad en el último siglo es cierta, las incertidumbres son demasiado elevadas para estimar con certeza el momento del colapso.
“En particular, las incertidumbres en los supuestos del modelo —muy simplificados por los autores— son demasiado altas”, declaró Boers.
Fuente: Deutsche Welle