Sacerdotes católicos suplican a Papa Francisco que iglesia corte vínculos con corridas de toros

Tres sacerdotes católicos del Reino Unido, Francia y Canadá se unieron a PETA para pedirle al Papa Francisco que corte los vínculos de la Iglesia Católica Romana en la actualización que está preparando de su encíclica Laudato si ‘ del 2015, cuyo lanzamiento está previsto para el día de San Francisco (el 4 de octubre). Los sacerdotes han escrito una carta a Su Santidad señalando que la “tortura y matanza violenta” de toros es contraria a las enseñanzas de Cristo, así como a los propios principios de misericordia y respeto del Papa.

“En las plazas de toros, los animales son objeto de burlas, son asustados, ridiculizados, apuñalados repetidamente y, finalmente, asesinados para entretener a unas cuantas personas. Estos espectáculos causan sufrimiento y dolor inconmensurables y marcan un contraste con el mensaje de amor y compasión que Cristo nos enseñó”, escriben los sacerdotes. “Al condenar la tortura y la matanza violenta de toros inocentes – y especialmente su asociación con la fe católica – innumerables animales se salvarán y muchos fieles seguidores de Cristo encontrarán orientación para alinear sus acciones con el mensaje compasivo del Evangelio”.

PETA señala que el Papa Francisco escribió en su encíclica de 2015 que “cada acto de crueldad hacia cualquier criatura es ‘contrario a la dignidad humana’”. Hace casi cinco siglos, el Papa San Pío V denunció las corridas de toros como “espectáculos crueles y viles del diablo y no del hombre” y “alejados de la piedad y la caridad cristianas” y prohibió a los católicos asistir a ellos bajo pena de excomunión. La prohibición hoy en día todavía se aplica a los miembros del clero y a las corridas de toros que tienen lugar en días festivos religiosos.

Aunque la antigua proscripción papal todavía está en vigor, debido a la falta de cumplimiento, todavía se celebran corridas de toros en honor a los santos católicos o durante celebraciones cristianas; y los sacerdotes incluso bendicen estos eventos viles. PETA le pide al Papa que honre a su homónimo – San Francisco, el santo patrón de los animales – haciendo cumplir la prohibición y pidiendo el fin de este evento violento y cruel. Más de 114 000 simpatizantes, incluidos muchos católicos, han firmado peticiones de entidades de PETA alentando al Papa a prohibir la tortura de toros.

Durante estas ejecuciones ritualizadas, el toro aterrorizado es perseguido por la arena hasta que queda exhausto. Luego, un hombre montado en un caballo con los ojos vendados le clava una lanza en la espalda, lo que le provoca una pérdida de sangre que pretende debilitarlo aún más a medida que más hombres le clavan banderillas (palos con una punta de arpón en un extremo) en la parte superior de la espalda, lo que le inflige un dolor agudo cada vez que gira la cabeza. Cuando la pérdida de sangre ha debilitado tanto al toro que ya no puede defenderse, el matador intenta asesinarlo apuñalándolo en el corazón o los pulmones con una espada. Si no muere lo suficientemente rápido, el matador intenta cortarle la médula espinal con una daga. Luego puede cortarle las orejas o la cola como trofeo, a veces mientras el animal todavía está consciente. Miles de toros son asesinados de esta manera cada año en las corridas de toros.

PETA Latino –cuyo lema dice, en parte, que “los animales no son nuestros para comerlos”– se opone al especismo, una visión supremacista del mundo.

Carta de los sacerdotes católicos al Papa Francisco

“Su Santidad el Papa Francisco

Casa Santa Marta

00120 Ciudad del Vaticano 

26 de septiembre de 2023 

Su Santidad: 

Nos dirigimos a usted como sacerdotes católicos preocupados por la práctica de las corridas de toros, un espectáculo sangriento que tiene lugar en países predominantemente católicos y que somete a decenas de miles de toros cada año a una crueldad atroz.

En las plazas de toros, los animales son objeto de burlas, son asustados, ridiculizados, apuñalados repetidamente y, finalmente, asesinados para entretener a unas cuantas personas. Estos espectáculos causan sufrimiento y dolor inconmensurables y marcan un contraste con el mensaje de amor y compasión que Cristo nos enseñó.

A la luz de la reciente noticia de que Su Santidad actualizará la encíclica Laudato si’ de 2015 para reflejar «temas de actualidad», esperamos que aproveche la oportunidad para pronunciarse en contra de las corridas de toros, ya que contradicen flagrantemente los principios de misericordia y respeto que tan ponderadamente defiende con respecto a los animales con los que compartimos el planeta.

La inclusión de una condena a las corridas de toros en la encíclica actualizada proporcionaría un ejemplo muy necesario a los creyentes que tal vez no se den cuenta de que apoyar o participar en tales eventos causa intencionadamente un sufrimiento innecesario a los animales de Dios. Y lo que es más importante, recordaría al clero católico que oficiar ceremonias religiosas en plazas de toros y atender a los toreros en capillas construidas en el interior de los ruedos está prohibido por el derecho canónico bajo pena de excomunión, tal y como estableció el Papa Pío V en la bula papal de 1567 titulada «Super Prohibitione Agitationis Taurorum & Ferarum«. Dado que miles de fiestas que implican la tortura de animales honran a santos católicos o se llevan a cabo durante celebraciones cristianas sagradas, es necesario un mensaje firme de condena a las corridas de toros para evitar cualquier malentendido de que la Iglesia católica apoya una práctica tan cruel. 

Mientras miles de millones de personas de todo el mundo esperan con impaciencia sus reflexiones sobre nuestras responsabilidades como administradores de la creación de Dios, no podemos hacer suficiente hincapié en la importancia de sus palabras en relación con esta cuestión crucial de las corridas de toros. Al condenar la tortura y la matanza violenta de toros inocentes -y especialmente su asociación con la fe católica- se salvará a innumerables animales y muchos fieles seguidores de Cristo podrán alinear sus acciones con el mensaje compasivo del Evangelio.

Con reverencia y la esperanza de que nuestra súplica sea escuchada, permanecemos en oración por su sabiduría y liderazgo.

Al servicio de Cristo,

  1. Terry Martin

Párroco

Parroquia católica de Worthing & Lancing, Reino Unido

  1. Donatello Locco

Párroco

Parroquia de San Ambrosio, Toronto, Canadá

  1. Robert Culat

Párroco

Saint-Didier/Venasque, Francia”