«Los habitantes de esta ciudad no podemos continuar en estas circunstancias sin exigir respuestas y acciones por parte de las autoridades»
Por: Victor G. Ricardo
Cuando elegimos a Enrique Peñalosa como Alcalde de Bogotá lo hicimos convencidos de que tendríamos una administración que ejecutaría obras en beneficio de toda la ciudadanía, diferenciándose así de la administración anterior. Pero gran sorpresa nos hemos llevado al pasar los días y ver que, en lugar de progreso en la ciudad, los huecos, los trancones, las motos transitando por las calles sin ningún orden y causando innumerables accidentes, la inseguridad, el desorden y la incertidumbre se han incrementado.
Hace algunos días me preguntaba qué estaba sucediendo con la Policía, que aumentan los robos de vehículos, motos, residencias, atracos y asesinatos de personas por despojarlas de sus celulares. Ahora le añadimos los diferentes atentados que han cobrado victimas ante la indolencia de sus autores, como el petardo que estalló el domingo en las cercanías de la plaza de toros y que dejó cerca de treinta heridos, que se suma a los otros tres en lo que va del año 2017.
Todos estos hechos juntos nos llevan a una reflexión; ¿Dónde están los cuerpos de inteligencia? ¿Dónde está la labor preventiva y de vigilancia de las autoridades? En otras palabras, ¿Dónde está la política de seguridad de la Administración Distrital? Los habitantes de esta ciudad no podemos continuar en estas circunstancias sin exigir respuestas y acciones por parte de las autoridades, porque no solamente estamos llegando a una ciudad invivible, sino que además estamos volviéndonos cada vez menos atractivos para los inversionistas extranjeros que se asombran por las noticias negativas que los medios de comunicación presentan sobre Colombia.
Necesitamos por tanto respuestas no verbales sino materializadas en acciones que permitan recobrar mejores condiciones de vida y de desarrollo positivo en Bogotá y en el resto del país. Necesitamos políticas que rescaten los valores perdidos. Pretendemos que ante los escándalos que todos los días aparecen respecto de la corrupción, haya una pronta y eficaz justicia. Que los funcionarios den ejemplo de transparencia, honestidad y lealtad al juramento que hicieron al tomar posición de sus cargos para cumplir con la Constitución y leyes de la Republica. Necesitamos que nuestros líderes nos den ejemplo para que las nuevas generaciones se eduquen y crezcan en un clima que propenda por el desarrollo equitativo de nuestra sociedad y nuestro país. Por eso también requerimos que los hechos de corrupción desencadenen en justicia; imputando a los responsables e imponiendo las sanciones correspondientes, de tal forma que nuevas noticias no les hagan de paraguas; sepultando los escándalos una y mil veces con nuevas historias que aparezcan en las noticias día tras día.