Desde finales del año 2018 se ha registrado un déficit en las precipitaciones en todo el territorio de la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR), lo que evidentemente ha impactado la recuperación de los embalses. Este año en particular, a pesar de esperar una fuerte reactivación del período de lluvias para el mes de octubre, las precipitaciones han sido deficitarias, motivo por el cual la Corporación realiza un monitoreo exhaustivo de los sistemas regulados.
De acuerdo con los reportes históricos del Centro Regional de Monitoreo Hidrológico y del Clima, entre 2015 y 2016 se presentó uno de los tres fenómenos El Niño más intensos de la historia en el territorio CAR, no obstante, las lluvias se normalizaron entre finales del 2016 y mediados del 2018.
Pero a partir de septiembre de 2018 descendió el volumen de las precipitaciones, situación que se ha mantenido hasta la fecha, con el agravante de que los meses lluviosos (cuando los embalses se recuperan), han sido los más deficitarios. Así mismo, y a pesar de que octubre no ha acabado, este ha sido de los meses más deficitarios en cuanto a la ocurrencia de lluvias, con valores que escasamente llegan al 20% del promedio histórico en la mayoría de los casos. Es decir, el déficit es hasta del 80% (con corte al 25 de octubre).
El déficit de precipitaciones ha traido graves afectaciones no solo para la recarga de los embalses sino también para los ecosistemas que los rodean, entre los que se encuentran:
• Aumento de las pérdidas naturales del embalse
• Incremento en la evaporación del espejo de agua de forma anormal.
• Aumento de las infiltraciones laterales por la resequedad del suelo.
A la fecha los embalses se encuentran así:
Neusa con un nivel de 2.967 metros sobre el nivel del mar (m s.n.m) y cuenta con un volumen almacenado de 52 Mm3 (45% de su capacidad); embalse del Sisga con un nivel de 2.670 metros sobre el nivel del mar y cuenta actualmente con un volumen almacenado de 40 Mm3 (45% de su capacidad), y el embalse de Tominé cuyo nivel es de 2.584 metros sobre el nivel del mar y tiene un volumen almacenado de 218 Mm3 (35% de su capacidad).
Por su parte el embalse El Hato, cuyo nivel es de 2.841 metros sobre el nivel del mar, tiene actualmente un volumen almacenado de 7,5 Mm3 (59% de su capacidad).
A mediados de diciembre la Autoridad Ambiental evaluará si las reservas hídricas de la sabana de Bogotá y del sistema lagunar de Fúquene tuvieron alguna recuperación, con el fin de tomar las medidas pertinentes para enfrentar la primera temporada seca de 2021. Sin embargo, se recomienda que cada municipio haga una evaluación pertinente del estado de sus reservas hídricas para evitar fuertes racionamientos en la temporada seca de fin de año e inicios del 2021.
Nuevamente la CAR recomienda a toda la población del territorio, incluyendo los habitantes de Bogotá, realizar un consumo eficiente del agua y emplear actividades que permitan la reultilización del recurso cuando sea posible. Esto ayudará a mantener el actual estado de los embalses y garantizar una aceptable reserva que ayude a solventar la temporada seca que inicia a mediados de diciembre.
Octubre 29 de 2020