Muere a los 91 años Fernando Botero, el artista más importante de Colombia

El pintor y escultor Fernando Botero, el artista colombiano más célebre conocido por sus esculturas de voluptuosas figuras, falleció este viernes a los 91 años de edad.

El artista, nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, seguía pintando en su estudio hasta que sufrió una neumonía por la que tuvo que tuvo que ingresar a un hospital, del que salió el jueves para seguir con su recuperación en casa.

Su hija Lina Botero, explicó que el célebre pintor falleció en Mónaco “Llevaba cinco días bastante delicado de salud porque había desarrollado una neumonía”.

“Murió con 91 años, tuvo una vida extraordinaria y se fue en el momento indicado”, expresó su hija, conmocionada, que le recordó como una persona “que dedicó su vida a su país, que fue el tema de su obra artística”.

Fernando Botero, el artista del volumen

Fernando Botero nació en 1932 en Medellín, Colombia. No tuvo ninguna exposición al arte cuando era niño. “En mi ciudad no había museos, ni galerías, ni información alguna sobre arte”, dijo en una entrevista de 1985 con Ingrid Sischy de Artforum . “Teníamos un cuadro de la Virgen María en la sala. Eso fue todo. El único otro arte que vi cuando era niño fueron los cuadros que colgaban en la iglesia, que eran del período colonial. Eran copias de grabados o pinturas europeas”.

Cuando era adolescente soñaba con ser torero y asistió a una escuela dedicada a ello. Comenzó a crear acuarelas y dibujos de las escenas que presenció y le mostró algunas al dueño de una tienda en Medellín. El dueño de la tienda vendió algunas de esas primeras obras, lo que hizo que Botero se diera cuenta de que podía tener una carrera en el arte.

Cuando tenía 16 años, asistió a una escuela católica en Medellín y escribió un artículo sobre Picasso, el cubismo y “la destrucción del individualismo en la sociedad moderna”, como lo describió en una entrevista con ARTnews . “Ese era una especie de concepto marxista que estoy seguro de que leí en alguna parte y que me pareció muy intelectual”. Acabó siendo expulsado por ello.

Siendo adolescente, Botero participó en una exposición colectiva en Bogotá, y allí realizó su primera exposición individual en 1951. Ganó un premio nacional de arte de 7.000 dólares y utilizó los fondos para viajar a Europa. En Madrid entró a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, e inició el estudio de manera individual de la pintura de frescos e historia del arte en Florencia. Su exposición a siglos de arte en Europa fue una revelación, y motivó a Botero a crear un tipo de arte que, según él, en gran medida no existía en Colombia.

Desde Europa viajó a México para estudiar la obra de Diego Rivera y José Clemente Orozco.

Durante sus viajes, Botero se casó con Gloria Zea, con quien tuvo tres hijos, Fernando, Lina y Juan Carlos. De regreso a Bogotá en 1958, fue nombrado profesor de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional. Posteriormente se divorció y fijó su residencia en Estados Unidos.

En 1960, Botero llegó a Nueva York. El arte que produjo estaba notablemente desfasado del pop, que se dedicaba a la representación de objetos comerciales y al consumismo, y seguiría alejándose de lo que estaba de moda en Occidente. Su primera muestra en territorio norteamericano fue en el Milwaukee Art Center donde comenzó a mostrar su característico estilo figurativo. No fue hasta 1972 que comenzó a recibir un reconocimiento serio en la ciudad que durante mucho tiempo llamó su hogar.

Si bien varias de las obras de Botero pertenecen a museos de Estados Unidos, muchas de las más importantes se encuentran en el Museo Botero de Bogotá y el Museo de Antioquia, al que donó cientos de piezas suyas y de célebres maestros de la pintura universal.