La “Soachización” de SUACHA es un problema social que inevitablemente estigmatiza al habitante de nuestra ciudad, al comerciante, al barrio, al grupo social, al joven, en general estigmatiza al territorio y sus características. Es un problema social que no ha sido atendido como un problema PÚBLICO.
La “Soachización” es un concepto que agrupa diversos significados que construyen un solo imaginario:
El municipio al que ninguno otro en el país quisiera parecerse.
Desde líderes sociales, como el caso de un ambientalista en el municipio de Tocancipá que al referirse a las posibles problemáticas fuera de control que se deben evitar en su territorio a causa de la búsqueda desenfrenada de oro, menciono la “soachización” en la que puede caer Tocancipá; así mismo, un ex concejal de tal municipio, Ricardo Prieto, se refirió de manera enérgica sobre el tema al afirmar que “nosotros no queremos convertir a Tocancipá en la Soacha del norte”. [1]
Desde la academia también se entrega un aporte a la construcción del imaginario, cuando profesores como el Dr. Óscar A. Alfonso R., docente e investigador de la Universidad Externado de Colombia, construye un texto donde revisa las contradicciones que se presentan en los territorios metropolitanos, los proyectos y las transformaciones que han tenido lugar[2] y menciona el “Síndrome de la soachización” para hacer referencia de manera peyorativa a la conurbación que se presenta en SUACHA de la siguiente manera:
Ese síndrome, que entraña una visión peyorativa de la conurbación en el sur de la ciudad, es uno de los detonantes de propuestas como la edificación de 40.000 o más viviendas para pobres en Soacha. Esta propuesta tiene innegables efectos negativos para el conjunto de la región metropolitana. Por un lado, se rompe el pacto de densificación y compactación del núcleo urbano principal; por otro lado, se encarece la vida de los pobres porque deben hacer mayores trayectos. Además, se requiere llevar a cabo obras de acceso y habitabilidad con evidentes deseconomías de escala, que deberán sufragarse con mayores impuestos locales.
Ahora, en miradas técnico – administrativas, al revisar la tendencia de la construcción de Vivienda de Interés Social en SUACHA, su posición como vecino inmediatamente cercano de Bogotá, de acuerdo al profesor Hernando Lozada, evidencia que se ha presentado como un lugar apto para tales proyectos de vivienda.
En 1972 se realizaron estudios de Ordenamiento Urbano que condujeron a adoptar la decisión de orientar el crecimiento del Distrito Capital bajo el esquema de “polos” de desarrollo. Nace entonces el “Proyecto Soacha”, que condujo a acuñar el término de soachización[3].
Dice este autor que como consecuencia de tal decisión, se generó un aumento de la población económicamente deprimida en la ciudad de SUACHA, transformándose rápidamente la realidad del proyecto en un desarrollo habitacional de condiciones infrahumanas. De acuerdo a tal aumento de la población (entre junio de 1997 y diciembre de 1998 se asentaron en Soacha 168.000 personas) el autor estima que para el año 2008 se presentarán 1’206.000 habitantes, a una tasa anual de crecimiento del 4%.
Acorde con estas características, SUACHA sigue siendo referenciada en documentos técnicos de planeación territorial como modelo de lo que no quiere llegar a ser ningún municipio del país, como en el caso del documento construido en el año de 2002 por la Gobernación de Cundinamarca “Bases para la Regionalización de Cundinamarca” [4] donde al señalar las estrategias de localización de la población que ya no es posible alojar en la voraz capital, dada su escases del suelo, se señala la posible “soachización” que se puede presentar en caso de que el mercado inmobiliario no ejerza control en la ocupación de la avenida 13 de Bogotá:
Conurbación occidental: constituida por el triángulo Funza-Mosquera-Madrid, donde se presenta actualmente un proceso de suburbanización desordenado que tiende a unir las cabeceras de estos municipios y a avanzar hacia Bogotá a lo largo de la avenida 13, cuyo control requiere de la intervención en el mercado inmobiliario para evitar su “soachización”, y la inversión en infraestructura de transporte y de servicios públicos que reoriente el modelo de ocupación, además de la defensa del valle aluvial del río Bogotá y de las lagunas existentes en la zona.
Del “Problema Público” al “Problema Social”
Como bien anota el profesor Gusfield, no todo “Problema Social” es un “Problema Público”, dado que no todo “Problema Social” entra a hacer parte de la discusión pública, no todos los “Problemas Sociales” son objeto de decisión de política pública ni mucho menos cuenta con grupos sociales que quieran dar la discusión para hacerlo públicamente relevante.
La “Soachización” de SUACHA es un problema social que inevitablemente estigmatiza al habitante de nuestra ciudad, al comerciante, al barrio, al grupo social, al joven, en general estigmatiza al territorio y sus características. Es un problema social que no ha sido atendido como un problema PÚBLICO.
La discusión consiste en sacar a “SUACHA de SOACHA”
A pesar de que la “Soachización” puede tener mil y un responsables en su construcción como problema social que se percibe de manera nacional como “El municipio indeseable”, no representa un problema público para las autoridades nacionales, departamentales ni municipales.
Desde la nación los temas de minería, ordenamiento territorial, servicios públicos, transporte o seguridad, se tocan a manera de grandes lineamientos de política, generalizados, dictados desde el centro del país para todos sus rincones escondidos. Sin embargo, a partir de las particularidades de cada uno de los territorios, las características geográficas que los juntan y los dividen, las idiosincrasias que le dan colores a la población, las múltiples manifestaciones culturales y folclóricas, son un contraste con la poca capacidad administrativa y política con la que cuenta cualquier municipio (no especial ni distrital) en Colombia.
Es fácil construir la categoría para referirse a una “soachización” de un territorio para referirse a las peores características de un municipio, lo difícil consiste en dar la discusión académica, política y administrativa para entender a profundidad qué y quienes construyen la categoría y cuáles son los intereses que se persiguen.
Para sacar a SOACHA (dueña de la “Soachización”) de la SUACHA (XUA CHA) basta con entender que la discusión por la construcción de la ciudad es una discusión política. Es una discusión de procesos sociales que quieren construir el nuevo imaginario, el imaginario de la SUACHA histórica y joven, de la SUACHA limpia y organizada, de la SUACHA justa y emprendedora, de la SUACHA transparente y renovada, de la SUACHA sin impunidad, como protagonista del país en la construcción del nuevo imaginario de la ciudad, la SUACHA que la clase política tradicional quiere hundir en el caos, para justificar su eterna presencia oxidada.
Es necesario que SUACHA sea un problema que se discuta en PÚBLICO.
¿Dónde están los responsables de la “Soachización” de SUACHA?
Si se trata de identificar los responsables de la construcción de ese imaginario, es fácil pensar en un grupo (pequeño) de actores politiqueros (no políticos), encargado de corroer cada uno de los procesos sociales, políticos y administrativos de la ciudad, para justificar su participación en las diferentes coyunturas.
Lloverán en crisis sociales con propuestas tejidas en privado; su presencia será masiva en todo escenario “político” cuando lleguen coyunturas electorales; han participado y participaran de las administraciones en diferentes cargos, tomando decisiones también en privado; dirán que en SUACHA no hay recursos y no se puede hacer nada; señalaran a los que estuvieron como los responsables y saldrán como los responsables de no cambiar lo que encontraron; saltan y saltarán en cada partido que intente construirse, y se filtraran por medio de los pocos jóvenes que quieren seguir la construcción tradicional en la ciudad; son familias que a partir de entrega de regalos en fechas de celebración amarran el compromiso de un voto para su elección, con hijos, tíos, primos que son nombrados o con contratos que son entregados en compensación.
La “Soachización” se construye silenciosamente, en privado, no la percibimos pero es una de las prendas con la que salimos de casa todos los días; a muchos nos cuesta el sueño y la tranquilidad, a otros sencillamente les sirve de discurso para lograr posiciones en el Departamento, en la Ciudad Distrital.
Puede decirse que todos construimos la “Soachización”. Con la indiferencia, con la mentira, con el miedo a dar el debate PÚBLICO, con la manipulación de escenarios, con la apropiación de procesos sociales, con el voto inconsciente y comprado.
@andresjimenezab
#DefiendoyRespetoloPÚBLICO
3204082065
[1] recuperado el 10 de enero de 2015.
[2] Alfonso R., Oscar A. (Sin datos de Año) Gobernabilidad metropolitana. Contenido en: Revista ZERO. Universidad Externado de Colombia. Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales. Bogotá. Págs. 22 – 25 En recuperado el día 17 de enero de 2015.
[3] Lozada I., Hernando. Soacha: Plan de Ordenamiento Territorial. recuperado el día 12 de enero de 2015.
[4] Recuperado el día 16 de enero de 2015.