La CAR autoriza sustraer 20 hectáreas de la reserva forestal Thomas Van der Hammen para ampliar la avenida Boyacá

El Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) –máxima autoridad ambiental de la región– autorizó la sustracción de 20.87 hectáreas, al norte de Bogotá, para ampliar la Avenida Boyacá, entre las calles 186 y 235.

Esta decisión responde a una serie de presuntos análisis realizados sobre la información aportada por el peticionario: la Sociedad Fiduciaria de Bogotá S.A., para determinar la viabilidad del proyecto y sus implicaciones ambientales.

La Car mediante un comunicado hizo saber a la opinión pública que “De acuerdo con la competencia atribuida a la CAR, esta realizó evaluación y análisis, verificaciones en fuentes primarias y secundarias, confrontación de la información aportada por el peticionario y se recopilaron de las evaluaciones emitidas por cada uno de los expertos en las áreas de su especialidad, a partir de lo cual se generaron los conceptos técnicos que dan viabilidad a dicha sustracción”.

Con la aprobación del Consejo, se intervendrán los tramos:

1. Entre la Avenida Guaymaral y la calle 221 –

2. Entre la Avenida Calle 215 y la Avenida El Polo –

3. Sobre la calle 200; todos “al norte de la ciudad, limitando por ese costado con el municipio de Chía, al oriente con la Autopista Norte, al sur con el Cerro de La Conejera y el humedal de La Conejera y al occidente con el río Bogotá”, de acuerdo con la CAR.

La sustracción de 20 hectáreas permitirá a los emporios de la construcción adelantar sin tropiezos el polémico proyecto urbanístico Lagos de Torca.

Las 20.87 hectáreas de la Thomas Van der Hammen –de 1.396 hectáreas– corresponden a un 1.5% del total de la superficie de la Reserva Forestal. Sin embargo, al aceptar la sustracción, la Sociedad Fiduciaria de Bogotá S.A. deberá hacer una compensación de 62.49 hectáreas, que estará sujeta supuestamente a revisión de la CAR.

Aun cuando, “la sustracción no implica aprobación del proceso de licenciamiento” y “en caso de negarse, el área a sustraer volverá a ser parte de la reserva”, de acuerdo con la entidad; que, en medio de la ola de críticas de los defensores de los territorios naturales, precisó: “Ahora, se deberá avanzará en el proceso de licenciamiento, para lo cual el Consejo Directivo recomendó garantizará la participación ciudadana”.