Continúan los trabajos de adecuación del Parque Simón Bolívar, lugar escogido para la realización de la misa multitudinaria del Papa Francisco en Bogotá.
Los trabajos incluyeron la instalación de una gigante cruz metálica en el lugar donde se celebrará la misa papal.
La cruz mide 10 metros de alto y cinco de ancho, pesa unos 2.200 kilos y se instaló detrás del altar que tendrá la misa que oficiará el Papa Francisco el próximo 7 de septiembre.
Los diseñadores contratistas la definen como “un elemento simple, conformado por cuatro vigas adosadas y traslapadas entre sí, generando los nichos litúrgicos como elementos filosóficos de la composición”.
La enorme cruz gris plata mate, fue diseñada por los artistas plásticos bogotanos Mónica y Sebastián, quienes explicaron la significación especial que tiene el monumento: “Los espacios verticales que lleva representa cada uno al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y los horizontales, la reconciliación, la paz y la tolerancia”.
La cruz estará localizada detrás del presbiterio, donde se montará la sacristía, un cuarto privado para el Papa y un salón.
El área donde se realizará el evento religioso, además del altar, tendrá una zona para los obispos en un costado del altar, al frente otro espacio para la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Justo al frente, estarán localizadas las cámaras de televisión que emitirán su señal para unas 150 millones de personas de 192 países.
Trabajos contra el tiempo
El Parque Simón Bolívar ha estado cerrado al público los últimos quince días, hecho que ha causado malestar en las miles de personas que semanalmente utilizan el lugar para su esparcimiento y actividades culturales y deportivas.
Las labores de traslado de la gigantesca cruz incluyó operativos de desvío de tránsito y cierre de calles, para algunos conductores de la fría noche capitalina del 24 de agosto les resultó extraño ver el desfile que se inició en un taller de Funza, de una tractomula fuertemente escoltada con vehículos y policía motorizada recorriendo vías importantes como la Calle 13, la Avenida Boyacá, la Calle 26 y la 68. Para la instalación de esta Cruz de acero al carbón, se utilizaron gigantescas gruas y un ejército de soldadores y operarios. Al día siguiente, hacia el mediodía, quedó completamente instalada.
Más de un mes duró la construcción de esta Cruz, solicitada expresamente por la Arquidiócesis de Bogotá, la cual según declaraciones de la curia quedara por siempre instalada en este lugar del parque capitalino.