Colombia se convirtió en el epicentro de la vida, en un referente de liderazgo, de riqueza natural y cultural, un destino que abre las puertas al mundo y que tiene mucho que ofrecer.
La COP16 quedará para la historia de Colombia como la cumbre de la unidad. Logramos unirnos como país en un propósito que no conoce tintes políticos ni personales: el cuidado y la protección de la naturaleza.
Desde aquí, en uno de los países más biodiversos del mundo, fuimos testigos de una gran movilización por la vida.
Recibimos durante 12 días a más de 150 países del mundo para inspirarlos, conectarlos y tomar decisiones clave para la biodiversidad; creamos un movimiento inédito de una ciudadanía comprometida, de todo el gobierno y de toda la sociedad, con la Zona Verde más grande de la historia de las COP para la participación activa con cerca de un millón de visitantes.
Colombia se convirtió en el epicentro de la vida, en un referente de liderazgo, de riqueza natural y cultural, un destino que abre las puertas al mundo y que tiene mucho que ofrecer. La COP16 reactivó la economía del país y la ciudad, lo que se tradujo en más de 5.000 nuevos empleos, 99% de ocupación hotelera, 400% más de ventas a los pequeños y grandes comerciantes y una plataforma para los negocios verdes hacia el impulso de una economía basada en la biodiversidad. Así, el País de la Belleza sigue posicionándose como un destino incomparable de turismo.
La Coalición de Paz con la Naturaleza es nuestro gran legado para el mundo, un llamado urgente a las naciones y la ciudadanía a tomar acciones por el planeta, un compromiso que nos invita a cambiar nuestra relación con la naturaleza, reiterando que la justicia climática debe ser colectiva. En este propósito logramos sumar las firmas de 130.000 ciudadanos en menos de una semana, 40 organizaciones y 31 países. Esta es una apuesta que seguiremos construyendo durante los próximos dos años, es un movimiento que estará abierto y activo en el mandato de Colombia en la presidencia de la COP16.
Esta cumbre será recordada como la COP de la Gente, que fue más allá de un espacio cerrado de negociaciones entre unos pocos, sino que abrió la participación a todos los actores de la sociedad para que sus voces fueran escuchadas por los tomadores de decisión.
Desde que iniciamos este camino tuvimos este mandato popular de llevar esas voces de la gente a las plenarias de la COP16, hoy con certeza podemos ratificar que las 39 declaratorias generadas por pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, campesinas, jóvenes, mujeres, parlamentarios, empresariado y academia fueron presentadas y quedarán alojadas para la consulta de todas las partes como un instrumento del poder de la ciudadanía para influir en los planes de acción de biodiversidad.
También le apostamos a posicionar esta COP al mismo nivel de las cumbres de cambio climático y lo logramos. Por primera vez contamos con jefes de Estado y representantes de alto nivel para abordar las discusiones más importantes como preámbulo a la COP30 que se realizará el próximo año en Brasil y que nos pone de manifiesto que la lucha contra el cambio climático no puede estar separada de la conservación de la naturaleza.
La COP16 es apenas el comienzo, debemos seguir trabajando en ese legado que trazamos y con el que conseguimos activar la conciencia ambiental de los colombianos, reconocer el valor de nuestra riqueza natural y visibilizar las acciones de las comunidades en los territorios. Esta ha sido una cumbre sin precedentes, fruto del trabajo en equipo de todos. Gracias por ser parte del llamado a hacer Paz con la Naturaleza. Unidos como país, elijamos la protección de la vida.
**Susana Muhamad, Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible