En una sencilla pero emotiva ceremonia, la Fiscalía General de la Nación hizo entrega a los familiares de los restos mortales de Héctor Jaime Beltrán Fuentes, quien trabajaba como mesero del Palacio de Justicia y para el momento de los hechos —en noviembre de 1985— tenía 28 años de edad.
Durante la ceremonia que tuvo lugar en el patio interior del Palacio de Justicia, los padres de la víctima, su esposa, sus hijas y nietos recibieron los restos, exhumados por el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía con apoyo del Grupo de patología Forense del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Los fiscales e investigadores acompañaron a los familiares de Beltrán Fuentes a la inhumación de los restos en el Colegio Mayor San Bartolomé, en la ciudad de Bogotá.
Desaparecido en la retoma
Héctor Beltrán en el momento de los hechos llevaba tan solo dos meses trabajando en la cafetería del Palacio, tenía 28 años y acababa de terminar sus estudios de Técnico en refrigeración comercial en el Sena.
Para Pilar Navarrete, viuda del mesero sahagunense, ni los hechos ni mucho menos las palabras pueden explicar lo que pasó aquel 6 de noviembre de 1985, cuando su esposo, padre de cuatro chiquitas de siete meses, dos, tres y cinco años, nunca volvió a casa a cenar.
La situación de desprotección en la que quedó la familia por la desaparición de Beltrán, obligó a la joven viuda a emplearse limpiando pisos y lavar baños para poder mantener a sus cuatro pequeñas hijas, que quedaron sin padre en la toma del Palacio de Justicia.
El día del holocausto Pilar y Héctor llevaban cinco años de casados. Él tenía 28 años y ella 20. Héctor era el mayor de seis hermanos y trabajaba de mesero mientras conseguía un trabajo en lo que había estudiado. El joven matrimonio vivía cerca de sus suegros en el municipio de Soacha, al sur de Bogotá.
En los días desolados posteriores a la toma del Palacio de Justicia, los familiares de los desaparecidos se fueron conociendo día tras día en las puertas de Medicina Legal, esperando inútilmente, un cadáver que nunca llegó.
Para algunos familiares, la búsqueda y la denuncia de la desaparición de sus seres queridos produjeron múltiples amenazas, insultos y persecuciones, algunos como la madre de Héctor, doña Clara, optaron por guardar su dolor en soledad.
Hasta el momento no se sabe que paso, en los expedientes existe la versión del exsoldado Édgar Villamizar, quien dijo bajo juramento, como testigo de los hechos, que escuchó en la Escuela de Caballería a un joven rogando que no lo mataran, porque él solo trabajaba en la cafetería.
Con el tiempo los familiares de los desaparecidos en el Palacio de Justicia, saben que sus seres queridos no están vivos: que algunos fueron torturados y asesinados por la fuerza pública tras la retoma.
Encontrado por accidente
Los restos de Bernardo Beltrán fueron identificados por Medicina Legal como enterrados en la tumba del magistrado Jorge Echeverry en un cementerio de Manizales, hecho inexplicable y que desvirtúa por completo las investigaciones estatales por el holocausto perpetrado entre el M-19 y la fuerza pública durante el 6 y el 7 de noviembre de 1985.
Las autoridades militares no han podido aun explicar por qué de acuerdo al informe forense el cadáver de Beltrán fue hallado supuestamente calcinado en el cuarto piso del Palacio de Justicia, cuando existen videos de la época donde se ve salir con vida a Beltrán tomado del brazo de un soldado que lo trasladó a la Casa del Florero, donde según las pesquisas se cometieron torturas y asesinatos por parte de la fuerza pública.
En noviembre de 2014 la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentenció que el Estado colombiano era responsable por los desaparecidos del Palacio de Justicia y por las torturas que sufrieron los rehenes después de la retoma.
En el fallo, la Corte aseguró que la operación militar de retoma «ha sido calificada, por tribunales internos y por la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia, como desproporcionada y excesiva. Como consecuencia de estos hechos, resultaron muertas y heridas centenas de personas».
En la sentencia, que incluyó la orden de esclarecer los hechos, sanciones a los responsables y el pago de indemnizaciones, la Corte IDH declaró «responsable internacionalmente al Estado de Colombia por ciertas violaciones de derechos humanos». Con base en ese fallo, la Fiscalía investiga a varios militares que intervinieron en la retoma. El caso del Palacio de Justicia aún no está cerrado.
Por Henry Barbosa.
Septiembre 28 de 2017