Poetas de Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, España y R. Dominicana optan al Premio Fernando Rielo de Poesía Mística
En su XXXVIIª edición han resultado finalistas del Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística doce obras procedentes de Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, España y R. Dominicana, seleccionadas de entre 236 poemarios de 30 países. Los doce poemarios, todos escritos en español, optarán por el galardón el 11 de diciembre en la Embajada de España ante la Santa Sede.
Los poetas finalistas y sus obras son:
Antonio Bocanegra, (Cádiz, España): Pon amor.
Leandro Calle, (Córdoba, Argentina), Hijo mayor.
Eliana Cevallos Rojas, (Quito, Ecuador), Donde se mecen suavemente las hojas.
Margarita Lutgarda Galindo Steffens, (Barranquilla, Colombia), Al paso de tu vuelo.
Carmen González Huguet, (La Libertad, El Salvador), El alma herida.
Lucrecio Serrano Pedroche, (Albacete, España), Palabra.
Fernando Sánchez Mayo, (Córdoba, España), Una radiante eternidad.
Antonio Martín de las Mulas Baeza, (Medellín, Colombia), Santa alegría.
Claudia Lorena Parada Turcios, (San Salvador, El Salvador), Murmullo.
Miguel Sánchez Robles, (Murcia, España), Toda esa sed de Dios que hay en las cosas.
Mikenia Vargas García, (República Dominicana), Rumor sagrado.
Adela Guerrero Collazos, (Cali, Colombia): Mientras sigo tus pasos.
El premio, para obras inéditas tanto en español como en inglés, está dotado con 7.000 euros y la publicación de la obra. En su larga trayectoria, ha sido fallado en foros como la ONU; la UNESCO; el Senado francés y el Campidoglio romano. Al igual que el año pasado, esta edición se celebrará en la Embajada de España ante la Santa Sede, en el emblemático Palazzo di Spagna. Cada año cuenta con el apoyo de un amplio Comité de Honor compuesto por académicos de la Lengua, de la Historia y de las Ciencias Morales y Políticas, así como por escritores, poetas, hispanistas y rectores universitarios.
La necesidad de la poesía en el mundo actual, y de la poesía mística en particular, la expresó Fernando Rielo en 1985, en un discurso ante la UNESCO: “la poesía es forma de una cultura que pasa por una espiritualidad insobornable; privada de este paso, no puede darnos el fruto de la paz. (…) la cultura es sabiduría que eleva a sistema las intuiciones de la vida. Su lenguaje, la poesía; su fruto, la paz.”
La universalidad del hecho místico y de la poesía mística le confieren al premio un carácter ecuménico. De hecho, lo han obtenido tanto poetas de distintas confesiones cristianas -la mayoría- como de credos no cristianos, demostrando la capacidad de la poesía mística para unir a las culturas y a las religiones.
Diciembre 6 de 2017