Un colombiano fue detenido en Moscú, acusado de difundir información falsa sobre las Fuerzas Armadas de Rusia a cambio de dinero, De esta manera, se convirtió en el primer extranjero en ser acusado por las autoridades rusas de difamar al Ejército ruso.
Alberto Enrique Giraldo Saray, quien tiene ciudadanía rusa y también un visado abierto estadounidense, fue capturado en su domicilio el pasado 9 de abril, después de que se vigilaran estrechamente sus actividades.
Durante el registro a su vivienda le fueron encontrados numerosos celulares. Según las autoridades rusas, Giraldo Saray fue responsable de la preparación técnica y posterior colocación encubierta de dispositivos móviles en uno de los centros comerciales de Moscú, los cuales se utilizaron para enviar mensajes a distancia deliberadamente falsos sobre las acciones de los militares rusos en Ucrania, incluida la supuesta matanza de civiles.
“Se le acusa de difundir información deliberadamente falsa sobre las acciones de las Fuerzas Armadas de Rusia en el marco de la operación especial militar en Ucrania. Según los datos de la investigación, él junto a sus cómplices, organizó un envío masivo de mensajes no confiables bajo instrucciones desde el extranjero y a cambio de una recompensa financiera”, declaró Svetlana Petrenko, jefa de prensa del Comité de Investigación de Rusia.
Según la investigación, Giraldo Saray presuntamente perpetró las actividades delictivas del 5 de marzo al 9 de abril de este año, las cuales estuvieron dirigidas por cómplices desde el extranjero. Los presuntos responsables serían miembros de Digital Humanity, una organización sin fines de lucro, que tiene vínculos con la USAID, institución del Departamento de Estado estadounidense.
La USAID, conocida en el mundo por promover intereses de EE.UU. entre los sectores sociales e influir en la opinión pública, cerró sus actividades en Rusia en el 2012, después de que las autoridades del país la acusaran de actividad destructiva que amenaza la seguridad nacional.
El Comité de Investigación ruso informó que se pudo determinar que “el mismo grupo criminal usó un esquema parecido con dispositivos móviles y tarjetas SIM de operadores de comunicaciones rusos con el objetivo de comprometer los comicios presidenciales en EE.UU. en el 2020 e imitar la injerencia de Rusia en esa campaña electoral”, y añadió que ahora debe determinarse si estos hechos constituyen un delito contra la seguridad nacional.
En su momento los correos electrónicos vinculados con estos teléfonos se descubrieron mensajes que contenían instrucciones y explicaban cómo se podía manchar la campaña del expresidente estadounidense, Donald Trump, o buscaban contratar a nuevos empleados para una supuesta agencia analítica en Rusia.