Este lunes 21 de octubre de 2024, Bogotá se enfrentó a severas inundaciones debido a las intensas lluvias que ocurrieron en la ciudad durante el día. Las autoridades emitieron alertas y recomendaciones para que los ciudadanos transitaran con precaución, especialmente en las zonas más afectadas.
Desde las primeras horas de la tarde, la localidad de Ciudad Bolívar fue una de las más golpeadas. En la Avenida Boyacá con calle 71 Sur, se presentó una significativa inundación en el sentido Norte – Sur. La acumulación de agua generó congestión vehicular y colocó en riesgo a los peatones que intentaban cruzar la vía. Las autoridades instaron a los conductores a evitar esta área y a tomar rutas alternativas mientras se llevaba a cabo las labores de limpieza y drenaje.
El desbordamiento de las alcantarillas y el mal estado de la infraestructura de drenaje han sido señalados como factores que han contribuido a la situación. Los ciudadanos han expresado su preocupación por la recurrente falta de preparación de la ciudad ante lluvias intensas, que parecen volverse cada vez más comunes.
Otro punto crítico es la localidad de Suba, donde se produjeron encharcamientos en la calle 222 con la Autopista Norte. Este problema causó demoras en el tráfico y obligó a los conductores a maniobrar con cautela. A medida que el agua se acumula, la posibilidad de accidentes aumenta, lo que ha llevado a las autoridades a recomendar prudencia al transitar por la zona.
Los encharcamientos no solo afectan la movilidad, sino que también presentan un riesgo para la salud pública, ya que el agua estancada puede convertirse en un criadero de mosquitos y otros insectos.
Autoridades recomiendan tomar medidas preventivas
Ante las inundaciones la Alcaldía de Bogotá activó protocolos de atención y monitoreó la situación para brindar apoyo a las áreas más afectadas. Igualmente, se desplegaron equipos de emergencia para atender las inundaciones y minimizar los daños. Las autoridades locales recomendaron a los bogotanos que permanezcan informados a través de las redes sociales y las aplicaciones de movilidad para evitar las zonas en riesgo.