En un allanamiento a una vivienda del barrio Boyacá Real en la localidad de Engativá, la Policía Metropolitana de Bogotá desmanteló un laboratorio artesanal donde se producía cerca de 10 kilos de cocaína al mes, que generaban ingresos de 80 a 100 millones de pesos.
El laboratorio estaba bajo el cargo de un hombre de 49 años, quien se dedicaba a producir y distribuir los alucinógenos en algunas discotecas en las localidades de Engativá y Suba.
“Al ingresar las patrullas encuentran clorhidrato o sustancias que se asemejan al clorhidrato de cocaína, unas bolsas herméticas y todos los insumos que se utilizan para la fabricación de estas sustancias prohibidas”, declaró el mayor Alexander Garnica, subcomandante de la estación de Policía de Engativá.
En la vivienda las autoridades encontraron licuadoras, hornos y secadores que los narcotraficantes usaban para agilizar el proceso de producción de los alucinógenos. Al parecer el laboratorio artesanal duró produciendo y distribuyendo los alcaloides un mes y medio sin levantar sospechas de sus actividades ilícitas.
Las autoridades confirmaron que los vecinos de la vivienda fueron fundamentales para desmantelar ese laboratorio doméstico, ya que dieron aviso a la Policía de movimientos sospechosos y la presencia de personas extrañas en los alrededores de la vivienda.
Según las denuncias de algunos vecinos, en algunos momentos del día emanaban de la vivienda olores extraños y los inquilinos tenían actitudes sospechosas a altas horas de la noche, por lo que decidieron avisar a las autoridades locales, que decidieron investigar y se toparon con el laboratorio.
Durante el operativo de allanamiento no se produjeron capturas.