Arqueólogos en España informan del primer descubrimiento de una punta de lanza hecha de hueso de caballo por neandertales.
Por Ruth Schuster
La punta había sido moldeada y afilada, y luego pegada a un asta hace unos 50.000 años. Fue encontrada en el refugio rocoso Abric Romaní en España, informaron Paula Mateo-Lomba, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, y sus colegas en Scientific Reports en agosto.
Qué tan sorprendente es esto
Las herramientas de piedra son eternas, pero los huesos y la madera se descomponen. El hallazgo de herramientas de hueso y madera en contextos arqueológicos del Homo sapiens y casi ninguna en otros lugares podría deberse principalmente a que somos los últimos homínidos en pie. Si los neandertales y otras especies humanas alternativas utilizaban tecnología de hueso y madera, es más probable que la suya se haya convertido en polvo.
Existen algunas evidencias de explotación de madera y hueso por parte de homínidos anteriores a nuestra especie. En el caso de la madera, se cree que una extraña estructura descubierta junto a una cascada en Zambia indica habilidades de carpintería hace medio millón de años, y están las lanzas encontradas en Schöningen, Alemania, de hace 400.000 años.
En cuanto a los huesos, se han encontrado herramientas en Sudáfrica que datan de hace dos millones de años y en la garganta Olduvai de Tanzania, de hace entre 1,8 y 0,8 millones de años. En Europa, las primeras herramientas de hueso de las que se tiene conocimiento se encontraron en Boxgrove, Inglaterra, hace 500.000 años. (Una especie a la que algunos llaman “Homo heidelbergensis” se comió un caballo y luego utilizó algunos de sus restos para fabricar herramientas).
En cuanto a los neandertales, una especie de homínido relativamente avanzada, comienzan a aparecer abundantes evidencias de que utilizaban huesos como martillos o retocadores, raspando pieles y cosas por el estilo, y para fabricar herramientas especializadas. También sabemos que los neandertales usaban lanzas, aunque posiblemente no para arrojarlas sino para apuñalar. También sabemos que habían desarrollado técnicas avanzadas de enmangue, cocinando pegamentos resistentes para unir la punta de la lanza al asta.
Sin embargo, el objeto hallado en Abric Romaní, donde vivieron los neandertales hace entre 110.000 y 39.000 años, es la primera punta de lanza hecha de hueso que se asocia a los neandertales. Se recuperó, en un nivel que data de hace 50.000 años.
Ingeniosos con los recursos
Hallazgo sorprendente
“Las evidencias encontradas hasta el momento muestran que las poblaciones neandertales utilizaban lanzas con punta lítica”, comenta Mateo-Lomba por correo electrónico. “El caso que aquí se presenta muestra el uso de otro material empleado para la misma tarea. Los neandertales del Abric Romaní contaban con abundancia de materia prima lítica disponible en el entorno así como huesos fracturados para acceder a la médula, por lo que el uso de una herramienta ósea muestra su flexibilidad a la hora de elegir entre los recursos a su disposición”.
Estudios independientes han demostrado que los homínidos de diferentes tipos rompían huesos largos (huesos de las patas de animales grandes) para acceder a la médula ósea. En este caso, también la punta de la lanza ósea puede haberse originado en un hueso de la pata de un caballo que se rompió para obtener su médula, dedujo el equipo.
No se sabe si la punta fue el resultado de una explotación oportunista de la comida o si fue elegida de antemano con fines tecnológicos. Es cierto que los neandertales no carecían de recursos rocosos, por lo que sorprendente porque fabricaron una lanza con hueso de caballo.
En cuanto al factor sorpresa: “Por la forma de la herramienta, una de las posibilidades era que estuviera configurada como una punta de lanza. Sin embargo, sí que fue una sorpresa confirmar esta hipótesis inicial con las huellas de uso en la superficie y las fracturas internas”, responde Mateo-Lomba. “En el registro arqueológico europeo, los informes sobre proyectiles óseos neandertales (al menos morfológicamente) son muy escasos, por lo que este hallazgo es bastante significativo”.
La punta de hueso desenterrada en el yacimiento del Paleolítico Medio de Abric Romaní, en España, muestra claros signos de tallado y enmangado, así como marcas de impacto lineales microscópicas, afirma el equipo investigador.
Presenta una fractura por impacto en la punta y posibles fracturas por tensión interna. El equipo dice que se pueden producir daños similares durante el proceso de fabricación o al pisar el objeto accidentalmente. Creen que el uso de un trozo de comida para hacer una punta de lanza revela flexibilidad en cuanto a la obtención de recursos en la comunidad neandertal tardía del sur de España, pero en realidad no sufrieron una escasez de piedra adecuada para sus necesidades de matanza.
Equipo cree que se utilizó como lanza hace 50.000 años, especialmente teniendo en cuenta las indicaciones de uso de mango: pegar la punta de la lanza a un asta es útil si uno desea apuñalar a un animal grande y enojado o incluso si tenian que utilizarlo desde una distancia segura.