Por: Carlos Alberto Baena López @Baena
En Colombia existe una dolorosa problemática que no se ha hecho lo suficientemente visible: El desaparecimiento de niños y niñas. Aunque las causas son diversas, la constante es el sufrimiento al que son sometidos, primero los pequeños, y en seguida padres, madres, hermanos y todo el entorno familiar que los rodea.
Corregir este penoso fenómeno, exige de un decidido compromiso. Las autoridades policivas y judiciales han de dirigir las herramientas con las cuales cuentan, a proteger a los niños, niñas y adolescentes para que no sean apartados de sus hogares. Por otro, la ciudadanía debe prestar toda su colaboración, estando alerta a situaciones irregulares, que parezcan sospechosas o fuera de lugar, para ponerlas en conocimiento de las instancias correspondientes. No en vano la Constitución Política, así como la Corte Constitucional, los han catalogado como sujetos de especial protección.
Las cifras que aporta el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres SIRDEC, administrado por Medicina Legal, son verdaderamente inquietantes. En los últimos 10 años, en el país desaparecieron 27.054 menores de edad. Tristemente, 14.298 no se han podido retornar a los hogares de los cuales fueron desarraigados. Esto, sin contar los casi 500 fueron hallados muertos. En el departamento del Huila, durante ese mismo lapso, los menores de edad apartados de sus hogares fueron 516. Con pesar, persiste la incertidumbre en 219 casos.
De nuestra parte, la bancada del Movimiento Político MIRA radicó una iniciativa legislativa que se discutirá en primer debate este martes 25 de octubre. El proyecto de ley propone crear la “Estrategia Integral de Búsqueda de Niños, Niñas y Adolescentes Desaparecidos”. Por medio de ella, se pretende agilizar la búsqueda y localización de los menores secuestrados, sustraídos, extraviados o privados ilegalmente de su libertad.
Entre otras medidas, se establece la obligación de portar una autorización expresa para trasladar a los niños dentro del territorio nacional, cuando ellos no viajen con sus padres o con quien tenga la patria potestad. También, plantea la ejecución de campañas de alerta en los sistemas de transporte masivo de pasajeros, zonas de frontera, medios de comunicación, sitios web, canales de televisión públicos y privados, redes sociales, aplicaciones y en la línea nacional 123.
Así, trabajando entre todos, podría conseguirse que ningún niño sea víctima de desaparición o extravío, y se evitaría que más familias vivan cosas semejantes.
Columna publicada en el diario impreso: region-365-26-de-octubre-2016-desaparicion-infantil