En el marco de la cumbre mundial sobre medio ambiente COP16 que se realiza en Cali, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió que la naturaleza “ya no puede ser tratada como un recurso gratuito e infinito” y urgió a los países a dejar de lado los actuales modelos empresariales por esquemas más positivos con la protección y restauración de la naturaleza.
António Guterres participó ayer en la reunión de alto nivel de la Cumbre de Biodiversidad (COP16) celebrada en Cali, en la que ha sido adoptada la Declaración de la Coalición Mundial por la Paz con la Naturaleza.
El máximo responsable de las Naciones Unidas recordó la urgencia de capitalizar adecuadamente el Fondo del Marco Mundial para la Biodiversidad y establecer nuevos compromisos para movilizar otras fuentes de financiación pública y privada.
Pidió, conforme al Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, establecer objetivos para proteger la naturaleza, que requieren sólidos mecanismos de seguimiento para movilizar al menos 200 mil millones de dólares al año de aquí a 2030. En esta línea, Guterres reiteró su llamado a los países a presentar planes nacionales alineados a los objetivos del marco.
El secretario general urgió a garantizar la vida y seguridad de los defensores de la naturaleza, para quienes pidió el establecimiento de un órgano que garantice “que las voces indígenas sean escuchadas”, destacando su papel, el de los afrodescendientes y las comunidades locales, como guardianes de la naturaleza.
“Con demasiada frecuencia han estado al margen de la política medioambiental mundial. Con demasiada frecuencia, los defensores del medio ambiente han sido amenazados y asesinados”, dijo. “Debemos defender a las personas que defienden la naturaleza”, añadió.
Guterres indicó que ningún país, rico o pobre, es inmune a la devastación provocada por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra y la contaminación. Los motores de destrucción, subrayó, están arraigados en modelos económicos obsoletos, que alimentan patrones insostenibles de producción y consumo.
“Debemos cambiar a modelos empresariales y de producción positivos para la naturaleza: energías renovables y cadenas de suministro sostenibles, políticas de cero residuos y economías circulares, agricultura regenerativa y prácticas agrícolas sostenibles. Deben convertirse en la norma tanto para los gobiernos como para las empresas”, expuso.
Indicó que los motores de destrucción están arraigados en modelos económicos obsoletos, que alimentan patrones insostenibles de producción y consumo.