El Concejo de Bogotá inició el debate del rescate económico al sistema de transporte público de la ciudad, sin embargo, el debate sobre el llamado “rescate social y económico de Bogotá” se atizó en las últimas horas.
Con el debate estancado por la recusación a la presidenta de la Comisión de Hacienda, Luz Marina Gordillo Salinas, por supuestas relaciones con las empresas encargadas de suministrar el personal a Transmilenio, hay concejales que intensificaron sus críticas al proyecto de acuerdo.
El concejal Yefer Vega dijo que al hablar de “rescate social y económico” se generan unas expectativas muy grandes que de momento no existen.
De acuerdo al cabildante, de fondo lo que existe con este proyecto es simplemente la posibilidad de darle un salvavidas a Transmilenio con $1.1 billones para que la operación del transporte público masivo siga adelante.
“Es importante prestarle atención al sistema público de transporte de Bogotá, pero se deben llamar las cosas por su nombre”, insistió.
Vega recalcó en que este proyecto no está enfocado al rescate social y económico para quienes están hoy en una situación compleja en medio del pago de intereses y multas pues no tienen alivios tributarios y siguen ahogados en medio de la quiebra de sus iniciativas productivas.
“Rescate social y económico aún no se ve, las cosas deben ser llamadas por su nombre”, insistió Vega al pedir a la Administración Distrital hacer precisión al respecto.
De momento, en el Concejo de Bogotá se debe aprobar o negar la recusación a la presidenta de la comisión para seguir adelante con la discusión de la iniciativa.
Desde la Alcaldía de Bogotá se ha advertido que sin la aprobación del proyecto de acuerdo está en riesgo la operación de Transmilenio a finales de agosto o principios de septiembre. De ahí la importancia de la iniciativa.