Silvio, símbolo de la izquierda latinoamericana celebra este miércoles su cumpleaños con más de cuatro décadas de carrera musical.
Silvio, leal a sus ideas. Su música conjuga la canción de protesta y el amor, una virtud que es esencialmente democrática porque «no es un privilegio de la inteligencia».
«Soy la consecuencia de una vida y de una forma de concebir las cosas».
Silvio nació el 29 de noviembre de 1946 en San Antonio de los Baños, Cuba. Desde su infancia estuvo marcado por la Revolución: En su niñez vivió los últimos años de la dictadura de Fulgencio Batista y el inicio de la Revolución cubana.
«Mis canciones me relatan, pero me superan, porque también son mis aspiraciones».
En su adolescencia participó en las brigadas de alfabetización. A los 17 años se incorporó al servicio militar y más adelante se alistaría como combatiente en las brigadas internacionalistas cubanas para participar en la guerra civil angoleña.
«Esa avidez de conocimiento que impulsó la Revolución nos influyó mucho. Fuimos lo que fuimos gracias a eso»
Es considerado junto a Pablo Milanés y Noel Nicola como uno de los fundadores de la Nueva Trova Cubana. «La trova fue producto del ambiente cultural que impulsó la Revolución».
«Yo comparto los principios que fundamentaron la Revolución. Me hice hombre aprendiendo de ella».
En el ejército aprendió a tocar guitarra y comenzó a componer y cantar sus propias canciones. A los 21 años asumiría la conducción de un reconocido programa de televisión de música.
«Mi madre me dormía con canciones de trova, se bañaba con danzones, barría con boleros y cocinaba con sones».
Desde entonces, nunca dejó de tocar el instrumento. Su pasión por la música nació la influencia de su madre, quien cantaba boleros y canciones de Santiago de Cuba. Ha compuesto más de 500 canciones.
Canciones como Ojalá, Playa Girón, y Al final de este viaje fueron compuestas mientras «pescaba por el futuro».
En 1969 Silvio logró enrolarse como trabajador en el barco pesquero «Playa Girón«. Durante casi 5 meses navegó por el Océano Atlántico y las costas africanas. Considerado por él mismo como su período más fructífero, compuso 62 canciones que muchos años más tarde se editarían en el libro Canciones del mar.
«Yo no sé lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios que será divino
Yo me muero como viví…»
«Cuando escribí ‘El necio’, estaba pensando en Fidel y, hasta cierto punto, en mí», confesó Silvio. Canción publicada en 1992, en la que el trovador evoca al líder de la Revolución cubana, a quien llamó «un maestro del humanismo«.
Fidel Castro: «Uno de los seres humanos más extraordinarios de todos los tiempos».
Con motivo de la muerte del Comandante de la Revolución, el trovador expresó que «desde que era niño lo vi como a un maestro del humanismo. Todavía lo veo de esa forma».
Fuente: teleSURtv
Noviembre 29 de 2017