“Colombia puede ser un líder regional y global en la búsqueda de respuestas a las personas desplazadas por el cambio climático”

El Asesor Especial de Acción Climática de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Andrew Harper, visitó Colombia para constatar cómo el cambio climático genera desplazamiento forzado y afecta de manera diferenciada a la población previamente desplazada por el conflicto armado interno, así como a personas refugiadas y migrantes en el país. El Asesor visitó comunidades indígenas en La Guajira y tuvo reuniones con congresistas para conocer los avances que se están consolidando en materia legislativa para reconocer a las víctimas de desplazamiento por causas climáticas y ofrecerles una respuesta integral.

 

En Bogotá, Harper participó en el 4° Foro Mundial de Ciudades y Territorios de Paz, un escenario de discusión e intercambio de herramientas para la construcción de la paz, la resolución de conflictos, la coexistencia y la integración.

Esta vez, el Foro incluyó el conversatorio “Justicia ambiental: una mirada al cambio climático y su impacto sobre la movilidad humana”, que tuvo el objetivo de identificar las medidas implementadas en países que tienen capacidad para gestionar situaciones generadas por el cambio climático, y cómo estas  pueden replicarse en otros lugares que no sólo enfrentan desafíos ambientales sino afectaciones causadas por los conflictos armados, con el fin de avanzar hacia la reducción de inequidades sociales y hacia estrategias sostenibles y de largo plazo en favor de las personas más vulnerables.

Al respecto, el Asesor Especial aseguró que Bogotá, una gran ciudad que acoge a miles de personas desplazadas de manera forzada, refugiadas y migrantes, así como otros grandes centros urbanos alrededor del mundo, juega un rol definitivo en el liderazgo de las transformaciones que se deben impulsar para mitigar los impactos del cambio climático.

Ha sido muy enriquecedor para mí escuchar los proyectos y aspiraciones que tienen en la materia la Alcaldía de Bogotá, el Congreso, y por supuesto las personas y comunidades con las que pude hablar. Colombia enfrenta no solo los efectos del conflicto armado, sino también aquellos del cambio climático; son desafíos mayores frente a los cuales hay solo un camino para enfrentarlos y es a través de la inclusión y la búsqueda de un futuro común con dignidad y protección para todos y todas”, aseguró Harper.

Con 6,8 millones de víctimas de desplazamiento forzado interno y 2,5 millones de personas refugiadas y migrantes provenientes de Venezuela, Colombia tiene una vasta experiencia en el manejo de situaciones de movilidad humana a gran escala, a lo que ahora se suman los desafíos planteados por el cambio climático.

Harper explicó que las causas que generan desplazamiento forzado se están volviendo más complejas a nivel mundial. Cada vez se hace más difícil sobrevivir en lugares donde las comunidades han estado durante generaciones, puede ser por sequías, por aumento en el nivel del mar, por inundaciones continuas o por eventos climáticos que llevan a las comunidades a competir por la tierra o por el agua, por lo que pueden entrar en conflictos.

Andrew Harper

A medida que las causas de desplazamiento se vuelven más complejas, los regímenes de protección nacionales, regionales y globales deben reforzarse y complementarse, para abordar las necesidades de las personas que se han visto forzadas a huir no solo por la violencia sino por los fenómenos climáticos que son una realidad hoy y que se seguirán agudizando en el futuro. Además, en países como Colombia, sucede que las víctimas de desplazamiento forzado por causa del conflicto han llegado en ocasiones a asentamientos informales donde los riesgos del impacto del cambio climático están muy presentes, generando con frecuencia nuevos riesgos y desplazamientos.

“En estos contextos, es clave garantizar la protección para las personas más vulnerables. Las necesidades de ellos y ellas son una prioridad para nosotros. Estoy impresionado con los procesos de regularización de asentamientos informales en Colombia, hay evaluaciones de riesgo que se han realizado en beneficio de la población. Nos interesa que estas poblaciones sigan siendo incluidas en planes locales y nacionales de adaptación climática, de reducción de riesgos, de alertas tempranas y de desarrollo, y que estos planes formen un todo para un futuro más fuerte y resiliente frente al cambio climático”, añadió Harper.

Justamente, para conocer de cerca el impacto del cambio climático en las poblaciones más vulnerables y los desafíos que enfrenta el país a este nivel, Harper visitó las comunidades de Ipapure y Jojoncito, en el departamento de La Guajira. Allí, pudo constatar las afectaciones que ha sufrido el pueblo Wayúu, particularmente debido a la escasez de agua.

“Lo que está viviendo el pueblo Wayúu demuestra una vez más que aquellos que generan menos impacto negativo en términos de cambio climático, son quienes están resultando más afectados. Fue muy revelador para mí ver que, desde la perspectiva Wayúu, no es comprensible cómo la humanidad puede destruir e irrespetar a tal medida la tierra, y ahora ellos sufren las consecuencias de la escasez de agua, que representa la vida misma”, añadió Harper.

Después de su visita, Harper señaló que, aunque no esté muy bien documentado, en La Guajira hay comunidades que se ven obligadas a desplazarse porque en su territorio cada vez son más limitadas las condiciones para sobrevivir. El Asesor Especial dijo que el nivel de este desplazamiento se va a acelerar, porque la situación del cambio climático no parece mejorar. La pregunta es hacia dónde se mueven estas personas y qué condiciones enfrentan en esos nuevos lugares.

Además, el Asesor Especial señaló que la perspectiva que tienen estas comunidades, desde su conocimiento tradicional, sobre su propio territorio y su relación con la tierra debe ser incluida en la toma de decisiones, las políticas públicas y los planes de desarrollo.

Harper también sostuvo reuniones con la congresista Julia Miranda y miembros del equipo de Duvalier Sánchez acerca de la ley de desplazamiento climático que cursa en el Congreso colombiano. Al respecto, resaltó que al reconocer el impacto del cambio climático como causa de desplazamientos forzados se da un primer paso muy significativo.

Es una muestra de coraje, que significará enfocarnos en cómo proteger a las personas afectadas.  Con esta ley, Colombia se podría ubicar como un ejemplo no solo a nivel regional, sino global, pues ningún país está exento de los efectos dramáticos que está dejando el cambio climático. Nosotros realmente apoyaríamos una iniciativa así, que nos ayuda a enriquecer nuestra comprensión de que las causas del desplazamiento no son tan simples y que es necesario tomar acciones concretas”.

Harper añadió que seguirá de cerca el trámite de esta ley en el Congreso y que elevará esta experiencia a nivel global, pues con seguridad dejará grandes enseñanzas y podría ser replicada en otros países.

El camino que ha recorrido Colombia para progresivamente garantizar un marco de protección para los derechos de las personas desplazadas, con sus buenas prácticas y lecciones aprendidas, debe constituirse como un valor agregado en el planteamiento de estrategias, basadas en derechos y con enfoque diferencial, que protejan a quienes ahora son víctimas de desplazamiento debido al cambio climático. Con todas estas experiencias, avances y desafíos en materia de movilidad humana, Colombia ha adquirido un rol importante como uno de los co-convocantes del Foro Global sobre Refugiados (GRF), que se realizará en diciembre en Suiza.