La historia y el patrimonio de Bogotá no se congelaron con la pandemia. Todo lo contrario, desde casa, historiadores, antropólogos y conservadores de los tesoros materiales e inmateriales de la capital teletrabajan en lo que serán las nuevas líneas de intervención del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).
A diferencia de la administración anterior, que se enfocó en el rescate de bienes de interés cultural como las plazas de mercado La Concordia, la iglesia del Voto Nacional y la histórica calle 10.ª y puso a funcionar la sede permanente del Museo de Bogotá, esta nueva dirección sacará un poco la mirada del centro histórico para dirigirla hacia el sur y los barrios.
Patrick Morales, nuevo director del IDPC, detalló cómo funcionarán el instituto y sus proyectos bajo su guía. Asegura que su sello será el del patrimonio inmaterial, es decir, no se limitará a proteger los edificios históricos o los monumentos, sino que apostará por las tradiciones y expresiones vivas en la memoria de la gente.
“La dirección anterior tuvo una apuesta interesante, pero estuvo concentrada en los temas de intervención arquitectónica y del patrimonio mueble e inmueble. Nosotros queremos trabajar desde lo inmaterial, acercar el patrimonio un poco más a la vida cotidiana y llevarlo más allá del centro histórico, en localidades donde tradicionalmente no se ha puesto la mirada”, asegura Morales.
Uno de los grandes proyectos de la actual Administración es presentar a Sumapaz ante la Unesco para lograr que sea declarada patrimonio inmaterial de la humanidad. Este fue uno de los compromisos de la alcaldesa Claudia López cuando firmó el Pacto SumaPaz hace un par de meses.
“Construiremos el expediente desde un proceso participativo con las organizaciones culturales y sociales y campesina que hay allí. Queremos resaltar la cultura y economía campesina y la memoria histórica que reside allí; en Sumapaz estuvo latente el tema de conflicto armado”, explica Morales.
El documento debe pasar por el Consejo Distrital de Patrimonio para que Sumapaz sea declarado patrimonio de la ciudad, luego pasa al Consejo Nacional, se hacen ajustes y se envía a la Unesco. El proceso tomaría cerca de tres años y medio y daría una herramienta para proteger el páramo y la riqueza de su ruralidad.
Con la mirada puesta en el sur, el IDPC también le apunta a Usme, donde, oculto y cuidado por la comunidad, está uno de los yacimientos arqueológicos con más historia en el país: el de la hacienda El Carmen.
“Es un complejo funerario de la cultura muisca de los últimos seis siglos antes de contacto. Allí queremos hacer realidad el parque arqueológico de Usme, que sería un mecanismo de reinterpretación en el que la comunidad ha estado trabajando muchos años. Así, le daríamos un lugar a la gente para que hable de su pasado prehispánico y para que se construya una identidad de localidad”, resalta Morales.
El hallazgo del yacimiento ocurrió entre 2007 y 2008 en terrenos de Metrovivienda, y en 2014 fue declarado área arqueológica protegida. Pero, al sol de hoy, no ha recibido un apoyo contundente, y depende de la localidad.
Y, en la misma línea de trabajo en localidades, Morales le apunta a rescatar el patrimonio inmaterial de los barrios. “Bogotá no tiene ninguna declaratoria de patrimonio inmaterial. Hay una que viene por consulta previa, que es el Festival del Sol y la Luna de Bosa, pero nosotros queremos ir más allá y lograr un inventario de prácticas, y desde ahí veremos qué puede ser declarado patrimonio”, anota el director, y adelanta que entre los candidatos están la Fiesta de Reyes del barrio Egipto y la metodología del Teatro La Candelaria.
Y esto no es un detalle menor, pues en el proyecto de Plan de Desarrollo esta meta está contemplada en el propósito 1, el que corresponde al ‘Nuevo contrato social’. Y, en general, para el programa de ‘Protección y valoración del patrimonio tangible e intangible en Bogotá y la región’, el PDD contempla una inversión de 16.302 millones de pesos.
Centro histórico
Una de las cosas que sorprenden de esta nueva administración es que no adoptará, al menos no ahora, el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico de Bogotá (PEMP), un robusto documento que traza la hoja de ruta de conservación y revitalización de este polígono, de gran valor cultural. El PEMP fue elaborado por la alcaldía de Enrique Peñalosa en un proceso que contó con el concepto de expertos y la participación ciudadana.
Aunque, dice Morales, no todo se echa en saco roto: “Un poco en articulación con el Ministerio de Cultura acordamos que ese PEMP no iba a ser adoptado hasta que no se le hiciera una revisión de los alcances y del contenido. Adoptarlo sin saber si está articulado con esta administración era arriesgado. Partimos de construir sobre lo construido y no vamos a avanzar de cero. Este es un PEMP muy avanzado, tiene cosas interesantes, pero estamos revisando un punto que nos preocupa: que acelere la gentrificación”.
El nuevo director de Patrimonio, Ph. D. en Antropología Social de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Universidad de París, espera poder tomarse al menos seis meses para revisar este plan. Mientras tanto, seguirá trabajando con los ojos puestos en los barrios y en la ruralidad, donde hay tesoros escondidos en la memoria de su gente.
Otros proyectos
Los columbarios junto al Cementerio Central: Morales tiene una amplia trayectoria en proyectos de memoria histórica, por lo que era de esperar que trajera parte de ese camino al IDPC. Precisamente, aseguró que buscaría que los columbarios del Cementerio Central que cuentan con intervenciones de la artista Beatriz González sean declarados Bien de Interés Cultural del Distrito.
«Los vamos a incluir en el próximo Consejo Distrital de Patrimonio y vamos a sugerir su inclusión como BIC. Pero, por otra parte, haremos una recuperación integral de los columbarios como un homenaje a la memoria del conflicto armado y activaremos la zona con un parque de tipo contemplativo«, señala Morales y agrega, «la idea es que donde están los columbarios haríamos la recuperación integral y todo un trabajo con los habitantes de la localidad. Queremos recuperar actividades como las de los marmoleros y otros trabajos de la localidad«.
«Les haremos también acompañamiento técnico para que el lugar se pueda tener como un espacio de revitalización de ese sector, pero también para que las organizaciones culturales puedan expresarse«, mencionó Morales.
Morales anunció que el antiguo Teatro San Jorge que se deterioró en las últimas décadas por el abandono distrital, será recuperado de manera conjunta entre el IDPC y el Idartes, que busca reactivarlo en escenario.
Mayo 13 de 2020