La firma británica Quacquarelli Symonds (QS), publicó un ranking de las mejores ciudades del mundo para estudiar en 2025, en esa clasificación Bogotá, se ubica como la quinta mejor ciudad para estudiar en América Latina y en el orden mundial, en el puesto 110.
En la nueva edición del “Ranking Las Mejores Ciudades Estudiantiles”, realizado por esta analista global de educación superior se comparan 150 destinos de estudios de primer nivel en indicadores relacionados con la opinión de los estudiantes, las universidades, la asequibilidad, la habitabilidad, el empleo y la diversidad.
Londres sigue siendo la mejor ciudad estudiantil del mundo por sexta edición consecutiva, seguida de Tokio en segundo lugar y Seúl en tercer lugar. Múnich asciende a la cuarta posición, mientras que Melbourne desciende a la quinta.
En los resultados figuran ocho ciudades latinoamericanas, siendo Buenos Aires la mejor situada de la región al ubicarse en el puesto 42 a nivel mundial, en esta ciudad funciona la Universidad de Buenos Aires, que ocupa el puesto 69 entre las mejores del mundo. Cuatro ciudades latinoamericanas figuran entre las 100 primeras del mundo. Sin embargo, todas menos una, Sao Paulo, han descendido en la tabla en esta edición.
Jessica Turner, CEO de QS, declaró: “Fomentar la movilidad internacional de los estudiantes es fundamental para nuestra misión. Como socio de universidades, formuladores de políticas y estudiantes, aportamos pruebas basadas en datos de los beneficios de la educación internacional para estudiantes y países”.
Las ciudades latinoamericanas disfrutan de excepcionales oportunidades profesionales. En el indicador Actividad de los Empleadores, todas las ciudades de la región se encuentran entre las 100 primeras, y seis de ellas entre las 50 primeras.
Todas las ciudades de la región con mejores resultados en esta métrica han escalado posiciones año tras año. Esta métrica se basa en índices relacionados con las tasas de matrícula, el coste de la vida y los precios minoristas. Muchas de las principales ciudades estudiantiles del mundo luchan con la asequibilidad, que a menudo se correlaciona con el nivel de vida, los servicios, las infraestructuras y el caché cultural.