La Fiscalía General de la Nación imputó cargos al patrullero de la Policía Nacional Andrés Eduardo Díaz Mercado, como presunto responsable de la muerte de un hombre, de 26 años, en ocasión a las manifestaciones que se presentaron la noche del 9 de septiembre de 2020, en la localidad de Suba, en el noroccidente de Bogotá.
Un fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Bogotá imputó al uniformado el delito de homicidio en la modalidad de dolo eventual. El cargo no fue aceptado por el procesado.
Los elementos de prueba dan cuenta de que el funcionario habría disparado el proyectil que alcanzó a un ciudadano, identificado como Germán Smith Puentes Valero, que estaba en inmediaciones del CAI del barrio Rincón de la localidad de Suba.
Las pruebas de balística realizadas por el CTI y el reporte de necropsia evidenciaron que el proyectil encontrado en el cuerpo de la víctima fue accionado por el arma de dotación del patrullero Díaz Mercado. El mismo procesado reconoció que, la noche de los hechos, accionó este elemento en varias oportunidades.
Durante las audiencias concentradas, la Fiscalía solicitó medida no privativa de la libertad contra el procesado, con compromiso de comparecencia a todos los llamados judiciales. La primera semana de febrero se conocerá la decisión del juez de control de garantías.
Disparo letal
Germán Smith Puentes Valero, de 25 años, quien laboraba como domiciliario fue brutalmente asesinado durante los enfrentamientos que se presentaron, entre miembros de la Policía y manifestantes, en el barrio El Rincón de la localidad de Suba.
Los hechos vandálicos se presentaron en horas de la noche del 9 de septiembre de 2020 en la carrera 93 con calle 128C, en las inmediaciones al CAI Rincón de Suba, donde el sonido escandaloso de los disparos y los gritos de los residentes, convirtieron el lugar en una dantesca zona de guerra.
Según familiares de Puentes Valero, éste había finalizado una larga jornada laboral y regresaba a su vivienda. En el momento que pasaba con su bicicleta recibió un disparo en la cabeza que lo mandó al pavimento.
Inmediatamente fue trasladado por un grupo de personas hasta la sede del Hospital de Suba, donde lamentablemente ingresó sin signos vitales, debido a la gravedad de la herida.
Familiares, amigos y residentes del sector repudiaron este hecho y se mostraron consternados, tristes y enfurecidos. No dudaron en culpar a los uniformados de ese CAI por este homicidio.