El TransMilenio Verde que propuso en su diseño conceptual la alcaldesa Claudia López como la alternativa completamente nueva y la solución ideal para la movilidad de los más de 693.000 habitantes del borde oriental de la ciudad y los cerca de 3 millones de personas que transitan por esta importante no se ve cercana en el corto y en el mediano plazo.
Ese diseño que propone tratar la carrera 7ª en tres partes, carrera 7ª entre calles 26 y 39, carrera 7ª entre calles 40 a 100 y carrera 7ª de la calle 100 a la 200, ahora deberá ser validado por los estudios y diseños que está administración ha anunciado va a contratar por un valor cercano a los $11.000 millones de pesos en este 2021, es decir, la promesa no de invertir más recursos en un proyecto nuevo, se incumple.
El afán que la alcaldesa ha mostrado por desarrollar una idea de movilidad, según ella “nueva”, que responda al clamor de la ciudadanía, con mejor espacio para transporte público, más espacio para las bicicletas, movilidad sostenible y más espacio público en general, ha llevado a que se desconozcan los 4 contratos que ha pagado la ciudad para contar con la factibilidad, los estudios y los diseños de un proyecto integral de movilidad en la carrera 7ª. Estos han sido desarrollados desde el 2004 con un valor de $28.531 millones de pesos, sin contar claro está, con los que tiene que ver con interventoría.
A este valor la administración actual busca adicionar, de manera preliminar, $10.990 millones de pesos contratando, por medio de 3 concursos de méritos, la “Actualización, complementación, ajustes de los estudios y diseños existentes, y/o elaboración de los estudios y diseños, para el corredor verde de la carrera 7 (…) y demás obras complementarias, en Bogotá D.C” como aparece en la descripción de los procesos que ha publicado en la plataforma Secop II el IDU.
De acuerdo con el cronograma que se encuentra en la plataforma, se espera que el 05 de mayo de este nuevo año sea la fecha máxima de suscripción del contrato. Esta urgencia se debe a que la administración distrital solo cuenta con el diseño conceptual presentado el año pasado y requieren de estas validaciones técnicas, pues como se puede apreciar en las respuestas remitidas por la Secretaría de Movilidad a un derecho de petición sobre la materia muchos de los estudios que pueden determinar la viabilidad se encuentran en proceso de realización o deberán realizarse para el diseño detallado.
Por lo pronto, solo se conoce del TransMilenio Verde que propone la alcaldesa que tendrá una velocidad comercial de 20 km/h, con una capacidad entre 11.000 y 30.000 pas/h/sen dependiendo el tramo a 2030, que el tramo de la calle 40 a la calle 100 será la que concentrará el 60% de los viajes a este mismo año, que la validación del pasaje será en la estación y no en los buses (aunque en los diseños de detalle se conocerán las características frente al control de acceso) y que los demás aspectos como intersecciones, cuellos de botella, diseños de las ciclorrutas y hasta la ubicación de los paraderos (utilizados en los 90’s en la Caracas) son y serán objeto de revisión en la etapa de estudios y diseños de la idea de “Corredor Verde” que contratara este año la administración.
Sigue en duda la otra perla del TransMilenio Verde presentado por la alcaldesa el año pasado y es el desarrollo del Transmicable para el centro de la ciudad, del cual sigue siendo incierto el costo real, la población que beneficiaría y de dónde saldrán los recursos. Es sin duda una idea que requiere aterrizarse y que la alcaldesa no solo debe, sino que tiene que explicar bien para así mismo abordar la debida discusión.
El proyecto que tanto ha descalificado la alcaldesa por haber sido adelantado por la administración del Exalcalde Enrique Peñalosa sigue siendo la solución más sólida para la 7ª. No existe duda que la administración actual fue elegida por continuar el discurso Transmifóbico y señalar que el proyecto de la troncal de Transmilenio por la 7ª era implantar todo el sistema con el carril exclusivo, las estaciones y los buses en la vía como esta, lo más alejado a lo que constituye este proyecto.
Se desconoce que el proyecto contempla los aspectos que se venden para el “Corredor Verde”, pues se contemplan 11 kilómetros de ciclorrutas, la renovación de 400.000 metros cuadrados de espacio público, 282.000 metros cuadrados de espacio público y 83.000 metros cuadrados de zonas verdes, con mejor alumbrado público para garantizar un espacio público seguro, con arborización urbana (que podía plantar igual árboles frutales) y mejor calidad del aire.
Solo hasta que se culminen los nuevos estudios que desea adelantar la administración conoceremos si la idea de Corredor Verde con su diseño de TransMilenio Verde con estaciones a distintos lados garantizará una solución real e integral para la movilidad de los ciudadanos por la 7ª. Esta idea sigue en construcción y sus aspectos relevantes estaban incluidos en el proyecto de la Troncal, solo que el afán por figurar y desconocer los avances y el legado del exalcalde Enrique Peñalosa han llevado a la actual administración a cometer yerros.
Continuaré luchando porque el proyecto que no fue improvisado, que se concertó con la ciudadanía y que brindaba soluciones reales sea tomado en cuenta por la administración para una solución real en la movilidad del borde oriental.
**Concejal de Bogotá
* Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son del autor y no de BOGOTA ILUSTRADA.