Comunidades indígenas, sindicatos, profesores y grupos sociales se unieron a las pacíficas manifestaciones del Paro Nacional que se desarrollaron en las principales ciudades de Colombia este miércoles 21 de octubre. Señalaron que la pandemia no los detuvo porque el miedo a la violencia, la pobreza y la represión policial es más grande.
Cada vez que la Minga indígena se desplaza hasta Bogotá, es porque la desconexión entre el Gobierno y los territorios rebasa los límites de las comunidades, según lo que sostienen los manifestantes.
Pero, en esta ocasión, no se trata solo de la ruptura social con el pueblo indígena. Miles de ciudadanos insatisfechos, activistas, educadores y centrales obreras convergieron pacíficamente en las calles del país para rechazar las políticas sociales y económicas del gobierno de Iván Duque, la ola de asesinatos de activistas de Derechos Humanos y líderes sociales, la violencia policial y hasta el manejo de la pandemia del Covid-19.
Los que se manifestaron este 21 de octubre dijeron no entender por qué si Duque fue citado por las comunidades indígenas en la ciudad de Cali la semana pasada para resolver problemas estructurales en sus territorios, como el desempleo o la inseguridad, el presidente no solo no fue, sino que, cuando las comunidades viajaron a Bogotá para reunirse con él, este decidió viajar al departamento de Chocó.
«Pedimos mejor salud, justicia social y el cumplimiento del Acuerdo de Paz»
Las miles de personas que salieron a las calles y colmaron la icónica Plaza de Bolívar, le exigieron al Gobierno más recursos para la educación y la salud, combatir la violencia en los territorios, mejores condiciones laborales y, esencialmente, que honre su compromiso con la paz.
“Pedimos mejor salud, justicia social y el cumplimiento del Acuerdo de Paz. Rechazamos la represión de la protesta social y (exigimos) el cese de (los) asesinatos a líderes sociales”, dijo Hernán Marín, de la Central Unitaria de Trabajadores CUT.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos señaló que ha verificado «al menos 42 masacres en 2020, así como medio centenar de homicidios a líderes sociales y defensores de los Derechos Humanos, incluidos indígenas y mujeres«. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), se han perpetrado 68 masacres en lo que va del año.
El Gobierno dice haber cumplido los acuerdos pactados con la Minga
La Minga anunció que, después de acompañar el paro nacional, volvería a sus territorios, y lo cumplió en un acto pacífico de movilización que fue elogiado por la Alcaldía de Bogotá por su orden y pacifismo.
«Marchamos juntos hoy por la negociación de una petición de emergencia que incluya salud, vida, producción campesina, derechos de las mujeres y de poblaciones vulnerables», señaló el líder sindical Diógenes Orjuela.
En medio de las manifestaciones, el Gobierno, a través de la cuenta de Twitter de la Presidencia, señaló que sí le ha cumplido a la Minga y publicó varias cifras en referencia a la asignación de recursos en varios rubros.
«En 2019, destinamos más de $93 mil millones, en 2020, más de $250 mil millones y para el 2021 asignamos recursos por más de $296 mil millones«, indicó el Gobierno.
Sin embargo, el indicador de pobreza multidimensional en las comunidades indígenas es 2,5 veces mayor que el total nacional, de acuerdo con lo indicado por el más reciente Informe Nacional de Empleo Inclusivo.
En su programa diario sobre el avance del Covid-19, Duque dijo que las masivas reuniones de manifestantes podrían ser «los brotes de mañana«, mientras líderes empresariales han pedido que se suspendan las protestas por temor a que puedan afectar la incipiente recuperación económica.
Pero «ni siquiera la pandemia detendrá nuestro movimiento«, reiteró Hermes Pete, titular del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric). Sin embargo, Miguel Ceballos, Alto Comisionado para la Paz, señaló que solo si los indígenas dejan «la idea de un debate político al presidente» se consideraría la posibilidad de una conversación con algunos delegados de la Minga.
Choque entre Alcaldía y Gobierno Duque por la minga
Entre tanto, el cruce de cuestionamientos entre el Gobierno de Duque y la alcaldesa capitalina Claudia López alrededor de la gestión de la Minga fue duro.
Funcionarios de la Alcaldía criticaron al Gobierno por no escuchar las manifestaciones ciudadanas, pero sí por avalar las protestas en favor de la liberación del expresidente Álvaro Uribe.
Varias figuras de partido de Gobierno señalaron a la Minga de estar infiltrada por organizaciones al margen de la ley. Pero, a pesar de ello, el viceministro de Relaciones Políticas del Ministerio del Interior, Daniel Palacios, aclaró que el Gobierno «no insinuó que la Minga fuera a ser violenta«, sino que advirtió sobre el riesgo de infiltraciones de grupos armados.