La capacidad de producción de cine en Iberoamérica ocupa la tercera posición mundial, empatada con Estados Unidos, pero la recaudación de las cintas firmadas en esa región solo supone un 0,9 por ciento de la taquilla mundial.
Así lo señala el Anuario del Cine Iberoamericano (ACI15), presentado en Madrid, que quiere contribuir a un mejor conocimiento de la producción cinematográfica en la zona y promoverla en un mundo globalizado.
En los 22 países que incluye el anuario (entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, Guatemala, México y Portugal) se estrenaron el año pasado 791 obras de producción propia. Una “capacidad relevante”, según el presidente de Media Research & Consultancy, Fernando Labrada, uno de los autores del informe.
Estados Unidos, por su parte, produjo en 2015 el mismo número de películas, pero “el problema es que no vendemos igual”, indicó durante la presentación.
“Básicamente es un problema de distribución -explicó Labrada-, pero también de políticas de los Estados, que no pueden proponer solo políticas de producción. Nos gusta producir sin pensar en quién lo va a ir a ver”.
La industria cinematográfica -dijo- es “desarrollo, producción, distribución y promoción. Esas son las cuatro palabras clave y nos dedicamos, normalmente, solo a promover la producción”.
Las producciones iberoamericanas fueron vistas en la zona por 81,9 millones de espectadores y el país con más estrenos fue España (188), seguido de Argentina (162) y Brasil (131).
El cine en español, “a diferencia de otras cinematografías posee algo así como el petróleo y ese petróleo es el idioma”, que hablan cerca de 559 millones de personas, señaló el director del Centro de Español “Soledad Ortega Spottorno”, Fernando Lafuente.
Por eso el cine “es una plataforma formidable de la imagen de una comunidad que se expresa en un mismo idioma”.
La fuente destacó el valor económico del español y de las industrias culturales en ese idioma, aunque consideró que “hay un cierto miedo escénico, no solamente en la sociedad española, sino en la sociedad que se expresa en español, a reconocer lo que tenemos entre manos”.
“Si las cinematografías española, mexicana, argentina, chilena, colombiana, venezolana y así hasta completar el mapa, tienen un futuro, y lo tienen, ese está en la suma y no en la resta”, aseguró.
Entre los países iberoamericanos, el más cinéfilo, teniendo en cuenta el número de ventas de entrada per cápita, es México (2,5), mientras nueve países están por encima de un billete por persona y ocho por debajo de esa cifra, entre ellos España.
Por géneros el documental fue el más numeroso (282 cintas), al que sigue el drama (252) y la comedia (151).
La cinta española “Ocho apellidos catalanes”, de Emilio Martínez Lázaro, fue la más vista (5,64 millones de espectadores), seguida de la coproducción entre España y Estados Unidos “Tomorrowland” (cinco millones), además de la cinta de animación “Un gallo con muchos huevos” de los mexicanos Gabriel y Rodolfo Riva-Palacio (4,45 millones).
El anuario destaca además la importancia y el peso que el cine extranjero, en especial el estadounidense, tiene en la región, donde se estrenaron 4 mil 135 películas.
EFE