Durante estos tres días de feria, el Instituto Departamental de Cultural y Turismo de Cundinamarca, Idecut, ha desarrollado una amplia y variada agenda artística y cultural que culminará este domingo 17, cuando al cierre del evento haya cumplido su propósito principal: mostrar lo mejor del departamento.
Las delegaciones de los municipios de Cachipay, El Colegio y Girardot, en su calidad de territorio anfitrión del Festival Ramón Bueno y José Triana, rindieron tributo al festival que hace honor a los fundadores de este municipio, catalogado el más importante centro turístico del interior del país por su posición geográfica, su condición de puerto sobre el río Magdalena, sus atractivos naturales, su infraestructura hotelera y de servicios.
Hoy, por la tarima principal de la feria, pasaron grupos de danza, baile, teatro y canto. Ademá, los asistentes fueron testigos de una de las más bellas y cautivadoras muestras artísticas y culturales que se puedan disfrutar: los niños, quienes con su inocente, carisma, sencillez y amor han deleitado al público mostrando sus inigualables dotes al conformar estas agrupaciones que anualmente participan en el famoso Festival Nacional de Bandas Infantiles, realizado en el municipio de Guatavita.
Acompañado de las orquestas de Pacho, Junín, Chipaque y La Vega, se festejó y rindió tributo al Festival del Soltero, celebrado en el mes de mayo en el municipio de Chaguaní, el cual tiene como dato curioso, que por decreto todo visitante que llegue al festival, sin importar su condición civil, será soltero por el fin de semana de la celebración.
También La Calera se hizo presente con, el Festival de Coros, que convoca a las agrupaciones corales del departamento y del país, en sus diferentes categorías: niños, jóvenes o adultos, religiosos, comunitarios, de institutos o universidades, profesionales, amateurs, de cámara o grupos vocales.
Y no podía faltar el Festival vallenato, bautizado “Panche de Oro”, que se celebra en el municipio de Nocaima, territorio ubicado a escasos 66 kilómetros de Bogotá. Quienes han tenido el gusto de vivir este festival, saben de la hospitalidad y el cariño que allí se profesa al ritmo vallenato, tanto que Nocaima se ha convertido en el pueblo de Cundinamarca que más ama este género musical.
Traer a escena el Festival Nacional de Danzas Folclóricas de Bojacá, fue de vital importancia para abrir espacios de integración e intercambio alrededor del campo dancístico y de las tradiciones de la cultura. Se trata de un evento donde diferentes delegaciones del país, se reúnen en torno a uno de las artes más bellas y expresivas: la danza. En la tarima de ExpoCundinamarca, grupos de danza de Bojacá, Guatavita y Funza, mostraron su sentido de pertenencia con nuestras raíces folclóricas y su calidad artística.
“Pitos y Tambores”, de Sibaté y “Samoré”, de Mosquera, se destacaron por ofrecer un amplio repertorio crossover con un formato único y arreglos musicales exclusivos para la agrupación, con éxitos del merengue, fusión latina, salsa, música tropical y un show de carnaval.