Obreros que adelantaban trabajos de excavación para adecuar las redes eléctricas de la torre 5 de TransMiCable en el sur de Bogotá, encontraron accidentalmente un cementerio indígena prehispánico.
Una vez conocido el hallazgo arqueológico, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) procedió a reportar el hecho al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
El hallazgo que ocurrió el pasado 10 de julio, no causó traumatismos ni atrasos en el desarrollo de la obra, así lo confirmó Yaneth Mantilla, directora del IDU, «El descubrimiento no significó retrasos para la obra, pues el terreno correspondía a cerca de 15 metros cuadrados adyacentes a la construcción, la cual se encuentra al día en su ejecución».
En las labores de rescate que duraron una semana se encontraron 8 individuos, los cuales estaban acostados boca arriba y algunos con los brazos entre cruzados a una profundidad que variaba entre 1 y 2 metros.
Se espera que la empresa contratada por el IDU para realizar el rescate arqueológico realice una evaluación científica en laboratorio de los restos encontrados, para así determinar la edad, sexo, patrón ancestral, estatura y posibles patologías o traumatismos que ocasionaron su muerte.
Una vez conocido el hallazgo, las críticas a la Alcaldía de Bogotá no se hicieron esperar, debido a que para iniciar las obras de construcción se debió hacer una prospección detallada de los terrenos para presentar el Plan de Manejo Arqueológico ante el ICANH, entidad nacional a cargo de ese tipo de hallazgos arqueológicos.
Con este ya son dos los hallazgos realizados en la obra de construcción del TransMiCable, el primero ocurrió en la estación Portal Tunal, en octubre de 2016.
Obra con permisos de intervención arqueológica
Tras conocerse el hallazgo, el IDU procedió a informar que el proyecto cuenta con la autorización de Intervención Arqueológica No. 5933 expedida por el ICANH para la implementación del Plan de Manejo Arqueológico y que todas las medidas de manejo aprobadas por el Instituto incluyen el acompañamiento o monitoreo arqueológico permanente en la obra.
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH por su parte, confirmó que todo se hizo siguiendo la normativa vigente, la cual permite que se adelanten estudios arqueológicos previo al inicio de obras o paralelo a la ejecución de las mismas en aquellos proyectos que requieren licencia ambiental, registros o autorizaciones equivalentes ante la autoridad ambiental, o que ocupando áreas mayores a una hectárea requieran licencia de urbanización, parcelación o construcción.
Se espera que una vez finalice la etapa de investigación, se determine la destinación del material arqueológico encontrado, aclarando que los restos óseos no podrán ser expuestos en museos por la protección y respeto a las poblaciones indígenas del país.