La fiebre amarilla ha causado 36 fallecimientos en Colombia, presidente Petro declara emergencia sanitaria

Autoridades sanitarias confirman 79 casos y alertan sobre expansión a zonas anteriormente no afectadas.

La fiebre amarilla ha causado 36 fallecimientos en Colombia, desde el 2024 y lo que va del 2025, alcanzando una letalidad del 46% entre los 79 casos confirmados, según informó el Ministerio de Salud durante una alocución presidencial del presidente Gustavo Petro.

Esta situación ha llevado al Gobierno a declarar una emergencia sanitaria para contener la propagación del virus.

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, presentó datos que revelan una aceleración preocupante de contagios, especialmente en los primeros tres meses de 2025.

La enfermedad, que anteriormente se limitaba a zonas selváticas, ahora afecta áreas donde nunca antes se había registrado su presencia.

“Todas las muertes que se han presentado, de las 36 en total en todo el país, se concentran especialmente en Caquetá, Huila, Nariño, Putumayo, Tolima, y recientemente en Caldas, Meta y Guaviare”, explicó el ministro durante su intervención.

Las autoridades identificaron 111 municipios en riesgo muy alto y alto, mientras otros 289 se catalogan como de alto riesgo. El brote inicial se detectó el 8 de septiembre del año pasado en cuatro municipios del Tolima, donde ya se registran 61 casos y 23 fallecimientos.

Diana Marcela Pava Garzón, del Instituto Nacional de Salud, aclaró que la enfermedad se transmite exclusivamente por la picadura del mosquito portador del virus, y no de persona a persona.

“La fiebre amarilla es una enfermedad prevenible con la vacunación. Estas 79 personas pudieron haber sido prevenidas si hubieran estado vacunadas”, afirmó.

El Gobierno amplió la vacunación para incluir a adultos mayores de 60 años, superando las recomendaciones internacionales que limitaban la inmunización hasta los 59 años.

“Hemos ofrecido la vacuna a cerca de 30,000 personas sin efectos colaterales significativos”, indicó Jaramillo.

Las autoridades también alertaron sobre la muerte de 13 primates no humanos infectados con el virus en Huila y Tolima, principalmente monos aulladores, lo que evidencia la circulación activa del patógeno en ecosistemas silvestres.

El cambio climático juega un papel crucial en esta crisis sanitaria. Según el IDEAM, el aumento de temperatura en Colombia ha permitido que el mosquito vector ascienda a zonas templadas donde antes no podía sobrevivir, expandiendo el territorio de riesgo.