Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México a partir del 1º de octubre, tiene el camino despejado (respaldo popular y mayorías parlamentarias) para proseguir el cambio social iniciado por su antecesor y mentor político, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Le deja un paquete de 20 reformas presentado al Congreso (18 constitucionales y 2 legales), agrupadas en cuatro bloques temáticos: I. Reformas que modifican el sistema representativo; II. Que inciden en los llamados pesos y contrapesos del poder público; III. De seguridad pública y ciudadana y, IV. Reformas en materia de seguridad social integral.
La presidenta Sheinbaum no tendrá muchos problemas legislativos, pues, Morena (su partido gobernante), alcanzó mayoría absoluta en la Cámara y quedó a pocos votos en el Senado.
Las reformas incluyen modificaciones constitucionales relacionadas con los pueblos y comunidades indígenas; programas sociales y de bienestar; becas e inclusión laboral de jóvenes; atención médica universal y gratuita; vivienda; protección de los animales; derecho a la alimentación; medio ambiente y agua; protección a la salud por el uso de sustancias tóxicas; prisión preventiva oficiosa para extorsión y delitos fiscales; salarios mínimos y salarios de maestros, policías, médicos y enfermeras; pensiones; transporte público (trenes eléctricos urbanos); reforma electoral; reforma judicial; industrias estratégicas del Estado; Guardia Nacional; eliminación de organismos autónomos y austeridad republicana y remuneraciones de servidores públicos. Además, incluye reformas a diferentes leyes para la simplificación administrativa del ISSSTE (Seguridad Social Integral).
¡Que envidia de la buena! Nos vemos en 2026.