No todos lo saben, per Colombia reporta más de 100.000 casos de dengue al año. Por cuenta del cambio climático, no es descabellado que llegue a Bogotá.
El dengue es una infección vírica que se transmite de los mosquitos a las personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es más frecuente en las regiones de climas tropicales y subtropicales.
No obstante, el cambio climático ha modificado esta tendencia. En Salamina, Caldas, hay un brote de esta enfermedad a pesar de que la presencia del mosquito transmisor Aedes Aegypti no es habitual en ese municipio.
El cambio climático y las consecuencias de este se han visto asociadas de manera significativa con la proliferación de los vectores del virus del dengue, es el caso en zonas de Norteamérica y Europa, donde, por consecuencia de esta situación, especialmente durante el verano, los vectores están presentes en zonas más distantes del Ecuador.
Este comportamiento del dengue ha sido reportado, entre otros lugares, en el sur de Francia, en España y en la isla de Madeira, en Portugal.
Estudios han demostrado que en Colombia, a pesar de ser un país endémico, el cambio climático también influye en el comportamiento del virus.
La distribución geográfica del dengue en Colombia ya es conocida. Los departamentos más afectados suelen ser Atlántico, Bolívar, Meta, Santander, Sucre, Tolima y Valle del Cauca.
¿Dengue en Bogotá?
¿Pero qué tan factible es que la enfermedad pueda ‘instalarse’ en Bogotá? Para los científicos hay varios factores que lo hacen complicado, pero esto no significa que sea imposible.
Es bastante complejo, más no algo que uno pueda llegar a decir que es imposible. El vector del virus del dengue, la especie del mosquito Aedes Aegypti, se ha reportado en lugares a mayores alturas.
En este sentido, los expertos detallan que “ya no es infrecuente encontrar reportes donde estos vectores puedan estar por encima de los 1.000 o 1.500 metros sobre el nivel del mar”.
Si bien Bogotá está a una mayor altitud —2.625 metros sobre el nivel del mar—, el panorama no es el más tranquilizador debido a que ciertas condiciones de temperatura y estacionalidad podrían “seguir incrementando la altitud a la cual estos vectores están presentes”.
Los expertos recuerdan que los viajeros pueden contraer el dengue, lo que constituye otra forma de proliferación en las ciudades donde no es común que circule el virus.
Estas situaciones de calentamiento, de temperaturas más elevadas, permiten que en aquellos lugares que previamente eran muy fríos para la presencia del vector, ahora puedan estar presentes.
Así las cosas, con una mayor reproducción del vector, habrá más mosquitos asociados a la transmisión del virus, lo que deriva en un aumento de los casos de dengue.
La mejor forma de prevenir el dengue es eliminando los criaderos de mosquitos, es decir, evitando los depósitos de agua con el fin de disminuir la reproducción de es tos insectos.