La Policía Nacional homenajeó este jueves con misas y conmemoraciones por todo el país a los 36 policías que han sido asesinados en lo que va de año tras el recrudecimiento del llamado “plan pistola” del grupo narcotraficante Clan del Golfo.
“Celebramos la vida de los que estamos trabajando por Colombia, pero también con el alma absolutamente azotada y el corazón pequeño por los que murieron por este país”, proclamó el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, durante una misa celebrada en el Centro Religioso de la Policía en Bogotá.
Más de un tercio de los 36 asesinatos de policías han sido cometidos solo en julio, según el balance de la institución, debido al “plan pistola”, del Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país que, tras la extradición a EE.UU. de su líder, Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, ha incrementado los ataques contra la fuerza pública sobre todo en la costa y el noroeste del país.
De los 36 asesinatos, según recordó el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, durante el acto, al menos “18 (son) por responsabilidad criminal de este Clan del Golfo”, de los cuales cuatro agentes murieron “por actos sicariales” cuando no estaban de servicio.
“Hasta el último minuto seguiremos detrás y a la ofensiva de los criminales que afectan la vida de nuestra fuerza pública”, dijo Molano.
Según Molano, el Clan del Golfo y otros grupos armados como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) o disidencias de las FARC “han querido colocar precio a la vida de los héroes con el fin de posicionarse políticamente para una negociación, lo cual es inaceptable para una sociedad”.
La semana pasada, el Clan del Golfo divulgó una propuesta al presidente electo, Gustavo Petro, que asumirá en 10 días, de un alto el fuego.