En el marco del compromiso de la seguridad ciudadana, logramos desarticular la estructura delincuencial conocida como ‘Las Amarillas’, dedicada al expendio de alucinógenos y la comisión de homicidios en barrios como el Amparo y María Paz; está banda estaría involucrada en la muerte de un joven que se movilizaba en bicicleta y el cual fue conocido por redes sociales en octubre de 2020.
Durante más de cinco meses, a través de gentes encubiertos del Grupo Élite de la Metropolitana de Bogotá́, se conoció́ de manera detallada los roles de los integrantes de ese grupo delincuencial, donde su principal cabecilla conocido como ‘Jhon’, cumple una condena de 25 años, por el delito de homicidio en la cárcel La Picota, lugar desde donde ejercía el control delincuencial.
Precisamente, a partir de esta información, los investigadores determinan que ‘Las Amarillas’, tenían como enlace principal en la localidad de Kennedy a ‘Elin’, pareja sentimental de ‘Jhon’, y quien era una de sus coordinadoras principales en los envíos y distribución de los alucinógenos, también se encuentra ‘Cindy’, una de las principales abastecedoras de las sustancias ilegales y quien instrumentalizaba a niños, niñas y adolescentes para la comisión de delitos.
Uno de los detalles más relevantes de la investigación, radicó en la manera de comunicarse, teniendo en cuenta que utilizaban mensajes de texto de juegos en línea, para recibir las instrucciones provenientes en su mayoría del establecimiento carcelario. Los mensajes, además de la venta de alucinógenos, contenían información cifrada para ejecutar homicidios, los cuales eran ordenados como una manera de ejercer control territorial. Uno de los eventos relacionados fue viralizado en redes sociales y del que fue indiciado ‘Carapacho’, por ser considerado como hombre de confianza de ‘Jhon’.
Precisamente, este homicidio tuvo lugar en una disputa territorial por venta de alucinógenos. Según se pudo establecer, esta estructura cobraba alrededor de $250.000 diarios, como una especie de alquiler a otras estructuras, que quisieran vender en los alrededores de su línea de microtráfico.
Con esta información, además de la interceptación de llamadas, los investigadores determinan que ‘Flaco’ y ‘Brandon’ eran expendedores y a su vez instrumentalizaban a menores de edad en la venta de alucinógenos, algo similar a lo que hacían ‘Tortuga’ y ‘July’ con su hijo que no alcanza los 10 años de edad.
Otro de los aspectos que llamó la atención es que ‘Viejo’, quien hacia parte del grupo de coordinadores en el expendio de alucinógenos, era el padre de alias ‘Elin’ y suegro de ‘Jhon’.
Con estos elementos probatorios se desplegaron operativos de registro y allanamiento, los cuales arrojaron como resultado la captura de 20 personas por orden judicial y tres en flagrancia.