Desde ayer la mayor parte de Italia permanece confinada por el aumento de los contagios de coronavirus, esta medida ha implicado el cierre de colegios y universidades, bares, cafeterías y restaurantes. De acuerdo con el Ministerio de Salud, la medida estará vigente hasta el 6 de abril y es que en más de la mitad de las regiones del país, los hospitales y especialmente las unidades de cuidados intensivos están saturados.
A su vez Chile, -pese a ser un referente en América Latina por su acelerado plan de vacunación-, registra un 94% de ocupación de camas UCI por el aumento de casos de coronavirus. En 43 comunas entraron en cuarentena total o parcial como medida para enfrentar el tercer pico de contagios. Lo mismo está sucediendo en Inglaterra y Alemania.
Es un hecho que el avance mundial en la campaña de vacunación no está impidiendo la llegada del tercer pico, como se ha visto en varios países. En Colombia, se anunció la compra de 20 millones de dosis para 10 millones de personas por el mecanismo Covax y 41.5 millones de dosis para 25.25 millones de personas a través de otros mecanismos (5 millones con Pfizer, 5 millones con AstraZeneca, 9 millones con Janssen, 5 millones con Moderna y 1.2 millones con Sinovac).
Al finalizar la semana pasada se aplicaron más de 700.000 dosis en el país. Esto es un gran avance, sin embargo es necesario acelerar el proceso de vacunación que en la primera etapa espera llegar a 1.6 millones de personas. El último Ranking de Resiliencia Covid de Bloomberg tiene a Colombia en el puesto 43 de 53 países, con un puntaje de 43.6 sobre 100 en el manejo de la pandemia. Esto nos pone por encima únicamente de Sudáfrica, Indonesia, Nigeria, Brasil y Perú.
Así las cosas y si no queremos enfrentarnos a una tercera ola de contagios es necesario ponerle el acelerador al plan de vacunación para cumplir las metas establecidas por el Gobierno. De manera paralela se deben mantener las sencillas pero efectivas medidas para combatir el virus: lavado constante de manos, uso de tapabocas, distanciamiento de al menos dos metros con otras personas y mantener los espacios ventilados.
Si estas medidas fallan, por más que nos rasguemos las vestiduras podríamos estar entrando en una nueva etapa de restricciones y confinamiento, especialmente en las principales ciudades, con las desastrosas consecuencias sociales y económicas que ello conlleva.
El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) realizado por el Dane muestra una lenta recuperación de la productividad del país. La caída más fuerte del producto se experimentó en abril (ISE en 85.7), para tener un rebote hasta julio (ISE en 100.5) y caer nuevamente en agosto (99.1). Esta caída está correlacionada con la ocurrencia del segundo pico, lo que se explica por las restricciones impuestas en el país.
**Catalina Ortiz, representante a la Cámara por el Valle del Partido Alianza Verde.