Roy Barreras y su promesa de “volver a la normalidad”: el eterno retorno de lo mismo

Por Henry Barbosa

En su más reciente entrevista con RCN, medio corporativo de extrema derecha, Roy Barreras, exembajador, excongresista y ahora aspirante presidencial, volvió a escena con un mensaje tranquilizador: todo puede volver a ser como antes. Diplomacia clásica, reformas concertadas, seguridad total y la vieja ilusión del centro. Colombia, dice Barreras, necesita regresar a la normalidad. La pregunta es: ¿a cuál?

El arte de parecer nuevo diciendo lo de siempre

Roy Barreras, médico, político, poeta del consenso y eterno sobreviviente de la política colombiana, concedió una extensa entrevista a RCN para confirmar lo que muchos sospechaban: está de vuelta. Con su estilo medido y su verbo de quirófano, volvió a diagnosticar el mal del país —la polarización— y ofreció su receta de siempre: diálogo, centro político y moderación.

Con tono de cirujano experimentado que ha visto demasiados gobiernos desangrarse, Barreras aseguró que todas las crisis “deben resolverse por canales diplomáticos”. Nada de enfrentamientos, nada de rupturas. Todo con calma, todo con comisiones. Todo muy Roy.

De vuelta al redil: Washington nos espera

En tiempos en que las relaciones entre Colombia y Estados Unidos atraviesan su momento más tenso, Barreras ofrece una solución simple: volver a ser los buenos alumnos.
Según él, Inglaterra, Francia y Alemania —viejos socios del país que nunca pierden interés— estarían dispuestos a ayudarnos a “restablecer relaciones que no afecten la soberanía”.

Claro, una soberanía que siempre parece intacta mientras el país siga obedeciendo las reglas del norte. Barreras, con su diplomacia impecable, manda un mensaje entre líneas: con él, Colombia no será rebelde ni incómoda. Será eficiente, respetuosa y sobre todo, predecible.

La Asamblea Nacional de las buenas intenciones

La gran bandera del gobierno Petro, la Asamblea Nacional Constituyente, según Barreras, esta surge de la “frustración” por las reformas que no avanzaron en el Congreso. Una propuesta audaz, sí, pero contada con el tono del que ya estuvo ahí, conoce el libreto y promete hacerlo mejor esta vez.

Porque si algo caracteriza a Roy Barreras es su capacidad para ser oficialista, opositor y conciliador… todo al mismo tiempo. No promete Constituyente, ni tampoco refundar el país, sino más bien reacondicionarlo: pintarlo, barrerle el polvo y dejarlo “como nuevo”, sin alterar demasiado el mobiliario.

Reforma a la salud: “Concertemos hasta que se nos pase la fiebre”

Cuando se le pregunta por la reforma a la salud, Barreras se muestra prudente, casi clínico.
Admite que hay que reparar el sistema, pero insiste en que ninguna reforma puede imponerse. Todo debe ser conversado, discutido, acordado.
El problema, claro, es que Colombia lleva más de treinta años conversando su sistema de salud y los pacientes siguen esperando turno.

Aun así, suena convincente cuando promete que “sabemos cómo hacerlo”. Y nadie duda de que él sí sabe cómo estar siempre donde se toman las decisiones, sin importar quién las proponga.

El país que se perdió (y que Roy promete devolvernos)

Barreras no se anduvo con rodeos al evaluar al gobierno actual: “El presidente Petro debía gobernar para todos y no lo hizo”.
Su mensaje es claro: él sí lo hará. Gobernará para todos, para los de antes, los de siempre y los de ahora.
Habla de cerrar heridas, reconciliar, unir… palabras nobles que en Colombia suelen anunciar el regreso a la vieja política del equilibrio entre los de arriba.

Porque cuando Barreras habla de “volver a la normalidad”, no se refiere al país ideal de justicia social o soberanía popular, sino al país que él conoce: el que funciona sin sobresaltos, el que negocia en voz baja y donde nadie pierde del todo.

De la paz total a la seguridad total

Con la serenidad del que ha recorrido todo el espectro político, Roy anuncia una nueva fórmula: “Seguridad total”.
Ya no basta con la “paz total” de Petro, ahora hay que garantizarlo todo. Seguridad social, humana, jurídica y contractual.
Traducido: tranquilidad para los inversionistas, certeza para los empresarios, confianza para los aliados.
Un regreso a la estabilidad que muchos añoran, aunque esa misma estabilidad sea la que nos mantuvo girando en círculos por décadas.

Roy Barreras, el hombre del eterno centro

Al final, el candidato del Frente Amplio resume su credo: “Estoy en el centro de las ideas liberales donde he estado toda la vida”.
Y tiene razón. Roy Barreras siempre ha estado en el centro. En el centro de los acuerdos, de los gabinetes, de las transiciones y de las fotos oficiales.
Su promesa no es cambiar el país, sino tranquilizarlo. Que todo vuelva a ser como era antes: predecible, administrable, seguro.

Epílogo: la promesa del déjà vu

La entrevista termina con una sensación extraña: no sabemos si Roy Barreras quiere ser el futuro de Colombia o su eterno presente.
Promete unión, orden, seguridad y diálogo; exactamente lo mismo que cada candidato promete desde que Colombia se acostumbró a sobrevivir entre promesas.

Si algo nos queda claro, es que Roy Barreras no quiere un país nuevo. Quiere devolvernos el viejo país, ese donde nada cambia demasiado, pero donde —según él— al menos se podía dormir tranquilo.

henrybarbosa@outlook.com