ProBogotá Región presenta propuesta para incentivar el consumo de cultura en la capital

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Crear subsidios a la demanda, llevar la cultura a donde está la gente, migrar la oferta hacia lo digital y corregir las asimetrías de información del sector son las cuatro estrategias que propone la Fundación ProBogotá Región para revertir la tendencia negativa del consumo de bienes y servicios culturales en Bogotá.

El Estudio «Consumo de entretenimiento y cultura en Bogotá: Actualidad y Recomendaciones» encontró que entre 2011 y 2015, la asistencia a espectáculos de cine, teatro y música en vivo, tanto en Bogotá como en el país, reportó un descenso, según las cifras del DANE y de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá.

Aún así, se estima que el gasto en cine, teatro y música en vivo en Bogotá durante 2015 fue de 427.000 millones de pesos, pero ProBogotá considera que el potencial de consumo de Bogotá es de alrededor de 1.2 billones de pesos.

El documento parte de la premisa que «la cultura es esencialmente un vehículo para la transmisión de ideas: nos permite ver la esencia del otro y de uno mismo. Una sociedad sin acceso a la cultura está condenada a la ignorancia, la cual es generadora de conflictos y prejuicios que limitan el desarrollo armónico.»

«Es por esto que, desde el punto de vista de las externalidades positivas de la cultura, así como desde el punto de vista económico, estos son sectores que deben ser incentivados«, plantea.

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RESULTADOS DEL ESTUDIO

Conclusiones por determinantes del consumo

– Por tamaño de la población y gustos, la mayor oportunidad de expansión del consumo cultural de largo plazo está en los Niveles Socioeconómico bajo y medio (estratos del 1 al 3). Geográficamente, esto significa impulsar el consumo hacia el sur-occidente de la ciudad. Sin embargo, dada la mayor capacidad económica y el mayor interés en bienes y servicios culturales, la oportunidad inmediata de incentivo al consumo está en el Nivel Socioeconómico alto, particularmente en el oriente de la ciudad. Esto implica realizar una estrategia escalonada que logre llevar la cultura hacia donde se encuentra el mayor potencial de consumo.

– Desde el punto de vista generacional, el potencial de largo plazo está en las generaciones X, Y y Z (aquellos nacidos a partir de 1966). Sin embargo, en Bogotá estas generaciones las caracterizan entre otros factores:

Niveles de ingresos bajos o medios o en construcción (particularmente en las generaciones más jóvenes, Y y Z);

Localización mayoritaria en el occidente de la ciudad.

– Por el contrario, las generaciones tradicional (nacidos entre 1925 y 1945) y Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1965) tienen ingresos más altos y mayor tiempo disponible. Sin embargo, en Bogotá a estas generaciones las caracterizan entre otros factores:

Localización mayoritaria en el oriente de la ciudad;

Menor cantidad de población proporcionalmente al total.

– La ciudad debe preguntarse por los gustos de los grupos poblacionales (generaciones) y el lugar de residencia de estos para determinar políticas de fomento al consumo:

¿Buscamos inmediatez? Incentivemos las generaciones tradicional y Baby Boomers en el oriente de la ciudad, con mayor poder adquisitivo y cerca de los puntos de consumo culturales.

¿Buscamos extraer todos los beneficios de las externalidades positivas de la cultura en el largo plazo? Incentivemos las generaciones X, Y y Z, localizadas predominantemente en el sur-occidente de la ciudad, una población mucho más numerosa y que determinará el consumo cultural de las próximas décadas.

– En todo caso, las estrategias que se diseñen deben tener en cuenta las diferencias generacionales; no es igual diseñar estrategias para las generaciones X, Y y Z que para las tradicionales y Baby Boomers ya que obedecen a diferentes estímulos, gustos y percepciones sobre lo cultural.

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Conclusiones frente a la Infraestructura

– La naturaleza del sector de música en vivo (grandes aforos y grandes espectáculos) exige priorizar el incentivo al gasto en vez de acercar puntos de consumo a la demanda potencial. No es viable –ni deseable- construir múltiples escenarios de música en vivo por toda la ciudad.

– Existe una concentración de teatros al oriente de la ciudad, particularmente en las localidades de Chapinero, Teusaquillo, La Candelaria y Santa Fe, por lo que es poco probable que se dé una migración o expansión de esta infraestructura hacia el occidente.

– Los puntos de consumo de cine han apalancado su expansión en los centros comerciales, lo que facilitó su dispersión por la ciudad.

– Por lo anterior, la política pública de consumo de cultura en la ciudad debe analizar si se debe acercar a la población a la infraestructura actual (hacia el oriente) o llevar la infraestructura a donde está la mayoría de la población potencial (hacia el sur-occidente).

– En todo caso, al analizar las razones de no asistencia, estas coinciden por generación y nivel socioeconómico (falta de tiempo, de dinero, de interés y de información). Esto facilita la formulación de estrategias de política pública.

– ProBogotá considera que las acciones para incentivar la demanda no dependen exclusivamente del sector público. El sector privado deberá jugar un rol preponderante., particularmente mediante la innovación en la prestación del servicios, lo que permitirá acercar a las nuevas generaciones a la cultura.

PROPUESTAS

ProBogotá propone como meta para la ciudad revertir la tendencia a la baja de la asistencia a espectáculos de entretenimiento y cultura durante los próximos 5 años y aumentar el gasto en 230 mil millones con las siguientes 4 estrategias:

  1. Subsidio a la demanda

El gasto en cultura es uno de los últimos gastos que hace una familia promedio, la cual le dará prioridad al consumo de alimentos, transporte, educación, y vestuario, entre otros. Por eso, para combatir la falta de dinero como una de las causas al bajo consumo cultural, se proponen una serie de estrategias que buscan, de forma directa o indirecta, subsidiar económicamente a la demanda.

Acciones puntuales:

– Vouchers culturales

Varios países han utilizado estrategias de subsidio directo a la demanda, en el que se le otorga a la población un voucher con cierta cantidad de dinero para gasto exclusivo en bienes y servicios culturales. Usualmente, se privilegia a población joven o de bajos recursos. Los recursos para esta estrategia pueden venir exclusivamente del sector público (Italia) o mediante una combinación de recursos públicos y privados (Chile). En Brasil, la estrategia se financió con el dinero de empresas privadas, las cuales recibían a cambio una exención de impuestos al finalizar el año.

– Descuentos:

Profundización de alianzas con el sector financiero y con cajas de compensación para lograr mayores descuentos para sectores específicos.

– Marketing:

Estrategias de fidelización del consumo (beneficios, regalos, descuentos) y combotización (combinación de sectores culturales entre sí o con el sector gastronómico o turístico) pueden ayudar a reducir los costos de consumir cultura en la ciudad.

Todos los anteriores se pueden diseñar a la medida para impactar poblaciones específicas, ya sea por el nivel socioeconómico o según la generación.

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  1. Infraestructura

Mientras que la infraestructura cultural de la ciudad se concentra principalmente en el corredor oriental, la mayoría de la población se ubica en las localidades del sur-occidente. De ahí que la falta de tiempo y de información sobre la oferta se conviertan en factores que impiden un mayor consumo de espectáculos de entretenimiento y cultura, factores que hay que combatir.

Acciones puntuales:

– Llevar la ciudad donde está la gente:

Si bien no es viable expandir de forma indiscriminada la infraestructura cultural, sí es posible pensar en nuevos puntos de consumo cuyo diseño y oferta responda a varios sectores culturales (cine, teatro, música en vivo u otros) y no a uno solo. Las arenas multipropósito no solo tienen más sentido para un inversionista, sino que también se convierten en símbolos de la importancia de la cultura para la ciudad.

– Llevar la gente donde está la ciudad (y la oferta de entretenimiento y cultura)

Creación de uno o varios ‘distritos de la noche’ que favorezca el consumo de cultura y los bienes y servicios asociados.

Localizados donde ya existe una importante oferta de entretenimiento y cultura

Con autoridad propia – ‘Alcalde de la Noche’

Agremiación de sectores.

Construcción de un entorno favorable: iluminación, seguridad, etc.

Esta estrategia podría incentivar la recuperación de zonas tradicionales de la ciudad en torno a la cultura, el entretenimiento y la noche.
También podría permitir replicar la experiencia de la Zona G, la zona T, o Usaquén, en otros puntos de la ciudad.

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  1. Digitalización

Para las generaciones más jóvenes, la tecnología es una parte esencial de su día a día. Incentivar la digitalización de la oferta cultural no solo permite acercar a la población joven a la cultura, sino que también puede hacer más fácil y económico el acceso a los espectáculos culturales y de entretenimiento que ocurren a diario en la ciudad, por lo que se intervienen los problemas de falta de tiempo y dinero. El streaming de espectáculos de música en vivo u obras de teatro totalmente digitalizadas ejemplifican esta estrategia y de hecho ya son utilizados en Bogotá y otros lugares del mundo.

Beneficios puntuales:

Se aprovecha con mayor eficiencia la oferta cultural de la ciudad.

Se innova en la prestación del servicio.

Moderniza los puntos de consumo actuales.

Abarata el acceso (subsidio indirecto a la demanda).

Amplía el target de venta (masifica la cultura).

Abre la oportunidad de exportar cultura.

Complementario con la estrategia de puntos de consumo, las alianzas con el sector financiero y con los mecanismos de subsidio de demanda.

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  1. Corrección de asimetrías de información

Una de las causas del bajo consumo cultural es la poca y atomizada información sobre la oferta de espectáculos de entretenimiento y cultura que a diario se dan en Bogotá. La falta de información digitalizada, completa y en tiempo real se convierte en un obstáculo incluso para quienes desean consumir cultura. Ciudades como Buenos Aires o Nueva York cuentan con agendas culturales en aplicaciones móviles que permiten a locales y turistas conocer de forma sencilla toda la oferta de la ciudad.

Acciones puntuales:

Creación de una aplicación móvil o plataforma web validada por el Distrito, que concentre toda la información de cultura y entretenimiento de la ciudad.

Permite información actualizada y en tiempo real.

Facilita la búsqueda por gustos y nivel de ingreso

Podría permitir pagos en línea y anticipados para facilitar su consumo.

Importante que haya una georreferenciación de la oferta para hacer más eficiente la búsqueda.

DESCARGUEN EL ESTUDIO COMPLETO AQUÍ

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