Chiribiquete, patrimonio del mundo

La Serranía de Chiribiquete es el más grande de los 59 parques naturales que tiene Colombia. Para los indígenas amazónicos, es el lugar más sagrado de su territorio. Por su gran importancia, fue declarado Patrimonio Natural y Cultural de la humanidad por la Unesco. Además, el Gobierno colombiano aumentó el número de hectáreas protegidas para garantizar la conservación de los recursos naturales, su milenaria riqueza y el bienestar de las comunidades que viven allí.

¡Conozca este tesoro de nuestro país!

El Gobierno Nacional amplió este Parque Natural en 1.486.676 hectáreas adicionales. Así se preservarán 708 especies representativas de plantas, únicas o amenazadas en algún grado.

El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete es el área protegida de bosque húmedo tropical más grande del mundo. En total son 4.268.095 hectáreas protegidas.

Las áreas protegidas son un paso importante para contrarrestar el impacto negativo causado por la actividad humana. Un avance para Colombia y el futuro del planeta.

La Serranía de Chiribiquete es un punto crucial y de contacto entre los biomas Amazonía, Andes y Orinoquía.

Fue declarado Parque Nacional Natural en septiembre de 1989.

La protección de esta importante reserva natural también permite el mantenimiento y monitoreo del régimen de bajantes y crecientes de los ríos.

La riqueza natural de la Serranía del Chiribiquete se distribuye en mamíferos, aves, plantas, reptiles, peces, arañas y mariposas.

La preservación y declaración de la Unesco permite la conservación de ríos, lagunas, madreviejas, herbazales y bosques de todo tipo.

La Serranía de Chiribiquete se ha mantenido en un importante nivel de aislamiento durante siglos, lo que ha evitado la colonización humana.

Las comunidades Uitoto, Tucano, Cubeo, Wanano, Desanos, Pijaos, Piratapuyos, Yukuna, Matapí, Tanimuka y Andoque, entre otras, aún viven en la Serranía de Chribiquete, conocida también como La Maloca Cósmica de los Jaguares.

En Chiribiquete aún viven comunidades indígenas que permanecen en aislamiento voluntario, son los guardianes milenarios de sus joyas naturales y culturales.

Los caucheros de principios de siglo XX mantuvieron aislada la Serranía. Solo a mediados de ese mismo siglo, el etnobotánico y reconocido Richard E. Schultes volvió para recolectar especies de plantas.

Solo la primera ampliación de la Serranía de Chiribiquete, realizada en agosto de 2013, es igual al área de Bélgica: alcanzó 2.781.419 hectáreas. Cerca del río Tunia.

Solo en las 1.486.676 nuevas hectáreas de área protegida, se estima una oferta hídrica de 26.388 mm3.

El pulmón del planeta

Con la más reciente ampliación del Gobierno, este Parque Natural se convierte en el área protegida más grande de la Amazonía y, con su declaración de Patrimonio Mixto otorgada por la Unesco, en una joya de conservación para toda la humanidad. Vea por qué.

Museo milenario

La riqueza cultural de Chiribiquete se remonta a la prehistoria misma del Amazonas. Fue el territorio de la etnia Karijona, quienes dejaron plasmadas evidencias de su cultura en pinturas sobre paredes de rocas y convierten a este lugar en un museo que relata historias milenarias.

Es la primera vez que la Unesco hace esta declaración mixta en el país, es decir, que reconocen las riquezas culturales y naturales al tiempo y en un solo lugar.

La iconografía demuestra un rigor sorprendente respecto de las relaciones hombre-animales, el acceso al intercambio de poderes y energías a través de ritos chamánicos, según Carlos Castaño-Uribe, antropólogo, investigador y editor del libro Parque Nacional de Chiribiquete: La peregrinación de los jaguares

Las pinturas rupestres descubiertas en las expediciones al Amazonas en 1990, 1991 y 1992, constituye uno de los patrimonios culturales más importantes de la prehistoria amazónica.

Los temas de las pinturas giran en torno a escenas de caza, recolección de alimentos y figuras de animales como el jaguar y el ciervo.

Todo indica que el arte rupestre aún está vivo, según los últimos registros las pinturas se siguen haciendo.

Las pinturas de Chiribiquete son de color rojo y sus figuras van desde los 1,5 cms hasta los 1,5 metros.

Los sabios indígenas consideran a Chiribiquete como la “orilla del mundo”, un lugar que hizo y hace parte del imaginario de cosmogónico de sus pueblos.

El jaguar es el referente pictórico más importante de las pinturas encontradas.

Con la nueva área extendida se garantiza la conservación de las familias lingüísticas Uitoto, Carib y Arawak.

La mayoría de hallazgos pictóricos se encuentran en 36 abrigos rocosos del parque y, según investigaciones, se pudo determinar que las pinturas se realizaron con colorante de óxido de hierro.

Las joyas culturales de Chiribiquete no hacen parte de la oferta turística porque es considerado un sitio sagrado y declarada área arqueológica protegida.

En esta área hay vestigios de culturas con 15.000 años de antigüedad.

Fuente: especiales.presidencia.gov.co

Abril 11 de 2019

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